Mosaico
Editorial
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2 min readMay 13, 2016

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EL DIÁLOGO COMO PILAR DE LA GESTIÓN

Por Rab. Sergio Bergman

Visité Andalgalá y, tal como me había comprometido, nos reunimos con la Asamblea El Algarrobo. Hay quienes están convencidos en sostener vida sí y minería no.

Es cierto que, ante la ausencia del Estado, puede haber prácticas mineras inescrupulosas sin consideración alguna. Más allá de mis razones y convicciones, es la Ley la que regula el bien común por encima de todo interés.

La minería es una actividad extractiva y, como tal, debe anticipar remediación y cierre de explotación; pero, fundamentalmente, durante su actividad debe tener el control y monitoreo del Estado para verificar que no atente contra la salud de la población local ni contamine el ambiente de todos.

Así también, para desarrollar la minería debe lograrse no solo la aprobación de impacto ambiental sino también la licencia social; y es en este ámbito donde la participación ciudadana tiene un rol protagónico. Esto lo asumimos en nuestra gestión.

La minería será política de Estado nacional para el desarrollo que debe ser responsable, sustentable y encuadrado en la normativa de control que impone la Ley. Las provincias son la autoridad soberana sobre sus recursos naturales, y entre ellos, los minerales.

En este caso, son las comunidades locales las que deben ser escuchadas, incorporadas y respetadas en estas prácticas, como, al mismo tiempo, se debe generar desarrollo local, provincial y nacional.

No es fácil encontrar el equilibrio, pero es la Ley el marco que lo regula. Como Estado presente y responsable del Ambiente y Desarrollo Sustentable estaremos en todo lugar donde los argentinos necesitemos dialogar, discutir y respetar en estos encuentros nuestras diferencias. Hacer cumplir la Ley, afirmando en lo que hacemos el cuidado de nuestra casa común, así como nuestro progreso en bien común.

Debemos sostener en nuestras prácticas: vida sí, minas sí. Solo será posible si en primer lugar hacemos cumplir que degradar el ambiente, contaminar y atentar contra la salud no se puede y que quien lo haga sea castigado con el rigor de la Ley.

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