Inclemencias del destino

Miriam Psychas
Edmodo en Español
Published in
4 min readOct 23, 2019

de Jocelyn Guillén Olivera

Jocelyn Guillén Olivera es la Directora del Centro Especializado en Educación, Neurociencias y Psicopedagogía y es Licenciada en Pedagogía. Vive y trabaja en Oaxaca, México.

Oaxaca es el estado con mayor diversidad de ecosistemas en México, rico en cultura y tradiciones, lenguas maternas y gastronomía. Sin embargo, también es uno de los tres estados más pobres del país, ya que la mayor parte de nuestra población pertenece a grupos indígenas desprotegidos, muchos hablantes de sus lenguas han sido saqueados y maltratados por desconocer sus derechos civiles.

Los maestros de la zona también enfrentan muchos retos a diario a causa de la situación de pobreza de los estudiantes y una falta de infraestructura y condiciones adecuadas en las escuelas. Muchos tienen que cruzar ríos caminando, derrumbes, retenes armados, o andar en carreteras en mal estado. Incluso algunos maestros llegan caminando porque no existe camino ninguno que conecte a la comunidad donde enseñan. Otros llegan a salones sin pizarrones, sin bancos, niños sin desayunar, descalzos, mal vestidos (aún con temperaturas muy bajas) y ya no hablemos de los útiles escolares con los que muy pocos cuentan; maestros que incluso de sus salarios compran desayunos, útiles, ropa o calzado para ellos. Finalmente, muchos maestros están asignados a trabajar en comunidades donde la lengua es desconocida. A veces hay costumbres arraigas que existen que puede hacer que no se puede enseñar algunos temas prohibidos. Siendo maestra en este estado (del cuál soy orgullosamente originario) conozco bien estos retos. Pero aún, con todo esto, el amor, cariño y apoyo que tus alumnos y padres te pueden brindar es algo inolvidable e incomparable. Además sabemos el trabajo que hacemos es muy importante, y que el aprendizaje de los estudiantes puede ser la llave que los saquen de estas condiciones adversas.

El año 2017 fue uno de los peores años para Oaxaca, México. Fuimos azotados por dos de los peores desastres naturales que se han presentado en nuestro estado.

El primero de ellos, ocurrió durante el periodo de huracanes y ciclones, en el mes de junio (mes para trabajos finales y cierre de ciclo escolar). Un puente que conectaba a dos regiones del estado y por donde muchos maestros teníamos que cruzar para poder asistir a nuestros centros de trabajo sufrió graves daños en su estructura, el cual nos impedía pasar para asistir a nuestras instituciones. Durante una semana, no pudimos asistir a nuestras escuelas para dar clase.

Pocos meses después, el jueves 17 de septiembre cuando a las 23:49 un terremoto de magnitud 8,2 Mw​ nos sacudió, dejando grandes daños a su paso. Habían muchas pérdidas materiales pero las más dolorosas fueron las vidas humanas. Muchos niños quedaron huérfanos esa noche, algunos de un solo padre y otros más de ambos. Por la magnitud tan grande, los daños fueron inmensos a muchas de las estructuras escolares. En la visita que el Presidente de la República hizo a las localidades afectadas, se comprometió a restaurar todas las escuelas dañadas y a crear aulas temporales para que no se perdieran clases, sin embargo la construcción de éstas aulas se retrasaron mucho por las constantes réplicas.

(“RESUMEN 2017: SEPTIEMBRE | Oaxaca 8.2; Cdmx 7.1 | nvinoticias.com,” 2017, pp. 1–3)

En ambos episodios las clases fueron suspendidas por varias semanas, esto con el principal objetivo de no poner en riesgo a nuestros estudiantes durante el traslado de su casa a la escuela y viceversa. Al no poder asistir a clases de manera presencial y tomando en consideración la importancia de no retrasarnos con nuestros contenidos semestrales, la plataforma Edmodo nos ayudó mucho.

Afortunadamente en ninguno de los dos episodios perdimos conexión a internet y por lo tanto nos era posible comunicarnos con ellos a través de las diferentes plataformas.

Con ayuda de las clases virtuales de la plataforma, cada estudiante ingresaba a su respectivo grupo de Edmodo y realizaba las actividades que se subían diariamente en cada clase. Me apoyaba de Edmodo para compartir artículos científicos, libros, videos de YouTube que pedía a mis estudiantes que leyeran o vieran para comentar en clases posteriores.

Dentro de las clases, los estudiantes podían publicar, comentar, y postear las tareas que tenían que entregar en momentos determinados. Además, logramos trabajar por medio de debates e incluso pudimos evaluar las actividades con ayuda de las insignias que Edmodo nos proporciona, para poder dar un seguimiento personalizado según las actividades que cada uno entregaba.

Finalmente, realizamos evaluaciones a través de las pruebas, Además pudimos estar en contacto y recibir el apoyo de los padres de familia, ya que la misma plataforma permite que los padres puedan ingresar para ver el proceso de sus hijos.

Durante estos momentos difíciles, nos apoyamos en Edmodo, ya que al ser una plataforma muy cómoda y amigable no sólo para nosotros como profesores sino también para nuestros estudiantes nos permitió mantener la comunicación y darle seguimiento al aprendizaje de los alumnos. El uso de la tecnología nos ayudó mucho, puesto que sin ella hubiésemos corrido el riesgo de perder el semestre en ambas ocasiones.

Afortunadamente la problemática del puente se resolvió y se ha desarrollado muchos proyectos de construcción después del terremoto. Aunque estos eventos ya pasaron, aun se ve las marcas de estas inclemencias en nuestro estado. Ser recursiva durante eventos como estos nos ayuda a seguir adelante y ofrecer alguna sensación de estabilidad entre tanto caos y pérdida.

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