El consuelo

Reflexión

Eduardo Escobar
Eduardo Escobar

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Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación. 2 Corintios 1:3

La vida es dura. Vivimos en un mundo roto, que nosotros rompimos. En él hay enfermedades, traición, crisis, inseguridad e incertidumbres. La vida tiene muchas bendiciones, pero nunca carece de dificultades.

Muchas de las dificultades de la vida no se encuentran fuera de nosotros, sino en nuestro interior. La mayor de ellas es nuestra rebelión contra Dios. Este es el origen de toda crisis. Lo pero de todo es que no hay nada en nosotros que pueda solucionarlo.

La buena noticia es que Dios es Padre misericordioso y Dios de toda consolación. Nuestro Dios ha decidido salvarnos de nuestra propia rebelión, de toda penuria de esta vida, y nos ha provisto de un consuelo eterno. En Él hoy sé que todo estará bien. Él es eterno consuelo.

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