La esclavitud

Reflexión sobre el perdón

Eduardo Escobar
Eduardo Escobar

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Cuando José escuchó estas palabras, se echó a llorar. 18 Luego sus hermanos se presentaron ante José, se inclinaron delante de él y le dijeron: – Aquí nos tienes; somos tus esclavos. Génesis 50:18

No perdonar esclaviza. Sin perdón, siempre veré al que me ofendió con una deuda hacia mí. Nuestra relación no será de fraternidad o amistad, sino de amo-esclavo.

La culpa, y la falta de perdón, esclaviza al ofensor a una deuda eterna. Un matrimonio, familia o amistad sin perdón es uno esclavizado al constante recordatorio de las ofensas.

Los hermanos de José, quienes lo habían vendido, ahora se encuentran en una posición de esclavitud a una deuda con él. Jesús es el verdadero José que perdona nuestra deuda. Él nos convierte de esclavos a hijos y amigos.

Padre, gracias por tu perdón eterno. Me has liberado de una deuda y esclavitud sin fin. Hoy puedo acercarme a ti como hijo amado y amigo. Amén.

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