La paradoja

Devocional en Juan

Eduardo Escobar
Eduardo Escobar
2 min readJun 28, 2018

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43 Después de esos dos días Jesús salió de allí rumbo a Galilea 44 (pues, como él mismo había dicho, a ningún profeta se le honra en su propia tierra). 45 Cuando llegó a Galilea, fue bien recibido por los galileos, pues estos habían visto personalmente todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, ya que ellos habían estado también allí.

Juan 4:43–45

Juan nos muestra la gran paradoja de la incredulidad y la fe humana. Jesús regresa a Galilea, su región. Y se encuentra con dos realidades aparentemente contrarias.

Por un lado, Él encuentra una actitud de desdén y rechazo de parte de sus vecinos de la región. Mientras que por el otro lado, hay una recepción notable por los hechos que había realizado recientemente. Esto es la paradoja de la fe humana.

Nuestra relación con Jesús es similar. Por un lado tendemos a rechazarlo y despreciarlo en aquellos puntos que nos disgustan, por nuestro orgullo. Mientras que por el otro lo admiramos y buscamos por aquello que nos atrae.

La verdad nunca es cien por ciento a mi gusto, pero es verdad. Un Jesús que coincidiera totalmente conmigo sería uno imaginario. El verdadero Jesús será muy atractivo para mí en muchos momentos, pero en otros, seguirlo, será poco agradable. Al final, si es el verdadero Salvador lucharé con mi orgullo para amarlo cada vez más y mejor.

La fe en Jesús ha de crecer para eliminar esa paradoja. Una fe madura ama a Jesús tal y como Él es.

Señor, gracias por ser tan paciente conmigo. Aún cuando yo no te he amado, ni he confiado en ti, como debiera, tú si me has amado. Gracias. Amén

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