35 malditos años
Para todos aquellos que desperdiciamos todo ese tiempo buscando lo que nos falta.
35 años. 35 malditos años.
Abruma ver todos esos años detrás de ti porque ves todo lo que no has realizado –todavía– y te da tanto miedo que ha comenzado a quitarte el sueño por las noches.
35 años. 35 malditos años.
Sin embargo, cada uno de esos malditos años es tu maldito año. Tienes que tratar de verlo así: son tus 35 años. Todos estos años no pudieron ser de otra forma. La realidad es que ningún momento ha sido desperdiciado, y “tú no serías tú” sin cada uno de estos momentos.
35 años. 35 malditos años.
No puedes evitar ver todos esos años sin pensar todo el tiempo que has pasado enfocándote en lo que no está ahí en lugar de enfocarte en lo que sí está ahí. Cuántas veces has caído en la falacia de la carencia.
Supongo que te estarás preguntando, ¿qué carajos es la falacia de la carencia?
Voy a definir la falacia de la carencia de la siguiente manera:
Esperas obtener lo que te falta para comenzar a vivir, perdiendo de vista o sin considerar todas las cosas que sí tienes en tu vida.
Te vuelve loco. No tienes paz y todo es porque te enfocas en la parte faltante. Esa parte que te falta es la que no te deja ser y define tu realidad. Es triste cómo dejas tu vida en pausa, perdiendo de vista que ya tienes en tu poder muchas partes valiosas contigo que te hacen ser quién eres.
35 años. 35 malditos años.
Treinta y cinco años esperando comenzar a vivir. Esperando a ser alguien quien ya eres, pero que no has sido capaz de darle el valor que merece.
Mas, como ya lo dije, no todos estos años fueron un desperdicio. Al contrario, estos treinta y cinco años efectivamente son tuyos. Son tus malditos treinta y cinco años, pero no pierdas de vista todas esas horas desperdiciadas pensando en lugar de hacer contar esas mismas horas haciendo algo.
¿Qué estás esperando?
No esperes más y comienza a hacer algo de una vez.
El texto que escribí en 2019:
