Barbie y Ken salen a cenar deliciosos mariscos

eduardo j. umaña
EDUARDIARIO
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4 min readMar 23, 2015
Los “dining dead” originales: Joel y Clementine. Escena de Eternal Sunshine of the Spotless Mind.

Existen todo tipo de relaciones: relaciones abusivas, relaciones con mucha violencia y maltrato, relaciones llenas de violencia pasivo-agresiva, relaciones codependientes, relaciones con cero fidelidad, y así. Claramente hablo de relaciones negativas o tóxicas porque las buenas relaciones no son tan interesantes de discutir… y porque además no tengo el mejor record en lo que respecta a relaciones y quizás conozco mejor el lado negativo de las mismas. Como sea, creo firmemente que el tipo de relación más peligrosa es la relaciión conformista porque es un asesino silencioso.

Este tema resaltó en mi mente porque el viernes salí a cenar con un par de amigos y en el restaurante vi una escena que me pareció muy triste. Llegó el momento de otra de mis historias. Esas que claramente aman tanto porque sino, ¿por qué diablos estarían leyendo esto? Hoy presentamos: Abercrombie & Fitch y Victoria’s Secret salen a cenar.

Unos amigos y yo decidimos que era tiempo de tener un tiempo de calidad y compartir el acontecer de nuestras vidas con una ronda del viejo ¿qué ha habido? Decidimos asimismo que la mejor manera de hacerlo sería acompañarlo con unos deliciosos mariscos. Llegamos al restaurante. Mientras hablábamos noté que frente a mi se sentó una pareja. Era una pareja de ensueño. Él parecía modelo de Abercrombie & Fitch. ­Ella parecía modelo de Victoria’s Secret.

Me intrigó ver a esta idílica pareja sacada de una de las grandes creadoras de romance de nuestra era, la revista People en español. Por esta razón me fijaba con detenimiento en su interacción ya que quería descubrir cómo era una cita perfecta. Una pareja así de perfecta tenía que tener la más perfecta y deliciosa velada. O eso pensé.

Antes de describir lo que vi, aclaro que soy un hombre de datos, información. Me gusta conocer mi entorno, identificar potenciales amenazas y oportunidades; me fijo en todo tipo de detalles y en el comportamiento de la gente además de tener buena memoria. El lenguaje corporal te dice mucho y me gusta fijarme en las personas para mejorar mis habilidades deductivas y de lectura de lenguaje no verbal. Finalmente soy bien chismoso y me deleita meterme en lo que no importa. Sin mencionar que Victoria me pareció sumamente atractiva.

La cena comenzó para ellos con una ronda de bebidas. Ella pidió gin and tonic, lo cual me pareció genial y él, bueno pues, francamente no sé qué pidió. Sin más preámbulos, estaban listos para disfrutar de su salida porque ya tenía bebidas. Pronto me fue claro que esta era su primera cita porque percibí una incomodidad, esa mezcla de nerviosismo y emoción por estar por primera vez a solas con alguien que te gusta. Se estaban conociendo.

Esta interacción continuó a lo largo de la noche. Terminaron su comida y seguían bebiendo. Abercrombie estaba tratando de acercarse a Victoria pero la conexión física no sucedía. Eventualmente los temas de conversación parecieron acabarse porque estaban en silencio viendo la televisión. Francamente nunca he entendido la razón por la que aparentemente todos los restaurantes tienen que tener televisores por todos lados, digo, comer es un momento para departir con seres queridos, no para ver televisión para evitar hablar con ellos.

Estoy desvariando. Ellos veían televisión, estaban transmitiendo un encuentro de UFC (Ultimate Fighting Championship). Si nunca han visto una pelea de UFC, les comento de que se pierden: la excusa más varonil que tienen dos hombres para follar en seco. Ver UFC es por mucho la cosa menos romántica que puedes hacer en una primera cita. Eventualmente Abercrombie, capitalizando este romántico momento, fue al baño para agarrar valor de hacer lo que hizo al regresar: besar la bella Victoria. Fue un beso simple y no muy apasionado, sino incómodo. Los movimientos de este genuino modelo de calzoncillos me decepcionaban y yo no estaba aprendiendo nada de él.

Si puedo resumir su cita lo haría nombrándolos dos muertos vivientes que comen deliciosos mariscos, aún considerando que se fueron del restaurante agarrados de la manos. Parecía, por como se fueron, que quizás no era su primera cita e inclusive podrían haber sido novios. Novios que quizás sólo se habían peleado. Sin embargo, una hipótesis válida es que sí eran novios pero no había mayor química entre ellos y estaban juntos por la misma razón por la que las modelos de Victoria’s Secret se casan con jugadores de fútbol americano.

Puede que sea prejuicio mío, sin embargo me hizo pensar en las relaciones en la cual un hombre o una mujer se conforman con su pareja y se mantienen juntos por costumbre, conformismo o porque tienen miedo de estar solos.

No sé si soy muy idealista, un romántico empedernido o simplemente un iluso con la edad emocional de un adolescente, pero creo que en una relación tu pareja debería ser un complemento idóneo, no perfecto porque lo perfecto no existe. Una relación es sobre compañerismo, comunicación y comprensión. Amar a tu mejor amiga o amigo.

Algunos otros conformistas se engañan, pensando que pueden “sacar lo mejor de la otra persona” pero esto es equivocado. Puede ser que personas no revelen todos sus colores de entrada pero si tienes que “sacar” lo mejor en alguien, probablemente quieres que la persona se convierta en alguien que no es con el fin de justificar el caprichoso deseo lujurioso que sientes por ella.

Tu pareja debe ser alguien a quien respetes y admires, no alguien que tengas que soportar, cambiar, ni mucho menos alguien que tengas que cargar.

También podemos considerar la posibilidad de que leí mal la situación y quizás era una pareja de hermanos cariñosos. Después de todo estoy lejos de ser un Sherlock Holmes moderno.

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Análisis, resultados y comentarios de este experimento llamado vida, bienvenido al blog de Eduardo J. Umaña.

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Soy ingeniero pero puedo escribir.