Crimen v. Castigo

eduardo j. umaña
EDUARDIARIO
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6 min readApr 2, 2016
Arte de Batman: The Dark Knight Returns de Frank Miller con Klaus Janson y Lynn Varley.

Tiendo a hablar como pienso y tiendo a escribir como hablo.

Si por escribir demasiado estuviese amedrentado en el suelo con una bota gigantesca aplastando mi cuello, siendo mortalmente amenazado con un objeto corto-punzante y me obligaran a resumir mi opinión de Batman v. Superman: Dawn of Justice utilizando tan sólo cinco palabras, lo haría de la siguiente forma:

Batman v. Superman, es un película que existe.

Afortuna o desafortunadamente para el mundo, no estoy coartado a limitar mis palabras.

Francamente la película no es mala, sin embargo, tampoco es una buena.

Primero tengo que reconocer que todos los críticos de cine tienen razón y estoy de acuerdo en mucho con ellos. La película es un desastre desde un punto de vista cinematográfico. La edición es de regular a mala, no hay establecimiento de escenas y la transición entre ellas suele ser súbita, el guion y trama son demasiado inconsistentes e incongruentes.

La narrativa y establecimiento personajes son puntos débiles del director, Zack Snyder. Simplemente no lo puede hacer.

Dicho esto, su fuerte es componer escenas de acción que son un verdadero espectáculo además de tener buen ojo y apreciación estética para captar la fotografía de su películas, lo cual es casi perfecto para películas de superhéroes.

Tomando todo en consideración, la película puede disfrutarse. Sobretodo si eres fan de este subgénero de películas o eres fan de los personajes.

Esta es una de las películas más esperada de los últimos años debido a la presunta épica confrontación entre Batman y Superman. Finalmente es pura estética y nada de sustancia. Las películas basadas en cómics no siempre van a tratar temas profundos ni críticas sociales agudas. Muchas veces van a ser espectáculos impresionantes o un rato de diversión.

Es por eso –y en contra de todo pronóstico– que tengo que reconocer que Batman v. Superman sí me gustó mucho aunque puedo ver sus fallas sin tratar de justificarlas. La disfruté aceptando el tipo de película que es.

Mis problemas van más allá del producto que llegó al cine.

Muchos fans están llamándola “la mejor película de superhéroes de la historia” y eso me causa conflicto. Podemos argumentar que los críticos están fallando ver alguna “grandeza” de la película porque, a pesar de malas reseñas, millones de personas han aprobado el filme pagando para verlo. Esto me causa mayores conflictos inclusive.

Si la pelea de Batman contra Superman realmente está llena de “tragedia y drama”, pues entonces la batalla climática de Star Wars Episode III: Revenge of the Sith es entonces una tragedia de nivel shakespeareano.

No hay que confundir el tipo de éxito que tiene una película.

La noción de Batman y Superman peleando es suficiente para que esta película sea multimillonariamente exitosa. Tirar el nombre de Batman junto al de Superman es suficiente para que hordas de fans se emocionen viéndola varias veces e inclusive que la defiendan ciegamente.

Que Batman v. Superman: Dawn of Justice haya roto todo récord EN MARZO –antes de la temporada en la que usualmente estrenan este tipo de películas– no es una tarea difícil ni tampoco quiere decir que la película sea una obra maestra. No hay que olvidar que las películas de Transformers son una mierda pero esto no impide que rompan récords de taquilla cada vez que estrenan una nueva.

En una época en la que el mercado está saturado con blockbusters basados en cómics, DC Comics comienza su Universo Cinematográfico con una película que es básicamente una nueva Transformers.

Películas como The Dark Knight, X-Men First Class y Captain America: The Winter Soldier demostraron que adaptaciones de este tipo podían ser más que películas de superhéroes, podían ser buenas películas por su propio mérito y es una verdadera lástima que este año el éxito masivo de Batman v. Superman nuevamente manda el mensaje que este tipo de filmes son puro espectáculo sin sentido y una mediocridad cinematográfica.

La encrucijada aquí es que los grandes estudios cinematográficos deben evolucionar y hacer mejores películas de superhéroes, dígase, películas que funcionen tanto para fans como público en general o enfrentar el mismo destino que los espagueti western.

Snyder y Warner Bros. se esforzaron por diferenciarse de Marvel Studios en todo nivel y terminaron haciendo una película exageradamente seria, cuestionablemente violenta e innecesariamente oscura. Peor aún, vendieron la idea que estos aspectos eran sinónimos de calidad fílmica. Como resultado de forzar estos tonos en la película, ésta no sólo es un desastre sino que parece que le succionaron toda diversión, ideología y luz a sus personajes.

Voy señalar y criticar el problema principal que tuve con Dawn Of Justice pero no voy a entrar en sacrílego territorio de spoilers, así que no preocupen.

Las películas en general, y sobretodo las de superhéroes, deberían servir de escapismo de la realidad. En el caso de superhéroes esto es importante porque son los gladiadores modernos. Aunque idealistas, sus acciones e ideologías deberían inspirar de forma esperanzadora.

Batman es un vigilante sádico y sanguinario al punto de ser mortalmente violento; olvidado quedó el Batman que no mata y no ocupa armas de fuego. Superman está alienado de sentimientos y empatía por la raza humana, si salva lo hace por culpa, obligación o porque es su novia Lois, además, opera en la misma línea de vigilantismo que Batman.

Ninguno tiene limitación ni restricción. Ni responden a la justicia o a un código.

Esto debilita el argumento de que la razón de su pelea es porque “uno es la luz y el otro la noche”, la triste realidad es que uno es la noche y el otro la madrugada, en el mejor de los casos. Que la película se subtitule “el origen de la justicia” es la mayor ironía. El problema no es que maten, el problema es que estos supuestos héroes matan sin restricción ni remordimiento y sus acciones no tienen limitaciones alguna, y así no pueden ser mejores que los villanos.

Creo que la película y, consecuentemente, muchos fans le han dado pase libre a Batman y a Superman para matar a “los malos”. Siento que esto va fundamentalmente en contra del concepto de un superhéroe ya que estos representan ideales utópicos pero que sí están basados en algo real.

En los comics Superman cree en lo mejor de los humanos, cree en la vida y las segundas oportunidades y es por eso que actúa con humildad a pesar del gran poder que posee. En los comics Batman cree en el sistema judicial pero cree que éste se encuentra dañado y necesita ayuda, su misión es ayudarlo por lo que no cruza la línea de matar.

Quizás lo que me decepciona es que la película establece un mundo tan oscuro y deprimente donde ni los héroes creen en la vida, la esperanza, las segundas oportunidades ni mucho menos en la justicia como concebida en el mundo civilizado.

Combatir violencia con más violencia es destructivo. Ejecutar desmedida y despiadadamente a criminales y pandilleros a la larga termina siendo contraproducente para mejorar la sociedad, sin mencionar que exterminar personas de manera genocida nunca ha terminado bien.

Para eliminar una enfermedad no basta atacar los síntomas, hay que atacar las causas.

Varias ciudades de Latinoamérica están plagadas de violencia y corrupción, y una opinión muy popular que tienen los habitantes de estas ciudades es que los criminales deberían ser exterminados sin piedad y de la misma manera que estos “superhéroes” lo hacen; lo cual es comprensible cuando vives en países con altos índices de violencia. Sin embargo esto no es justicia y no es tampoco el camino para una mejor sociedad.

Muchos se jactan de ser críticos y lo pregonan en redes sociales, utilizándolas como si fueran auténticos megáfonos. Esta generación tiene la ilusión de tener criterio únicamente porque “critican”.

Hay que abandonar los lugares seguros. Criticar no es simplemente quejarse.

Ser crítico y tener criterio implica pensar, cuestionar todo, preguntarse “porque” cuando alguien dice o hace algo. Es pensar bien nuestra postura para definirla y no podemos hacer esto sin considerar la de otros.

A veces ser crítico es sobre-pensar tanto que terminas haciendo una conexión entre una película de superhéroes y la realidad.

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