Descartando páginas de Facebook

eduardo j. umaña
EDUARDIARIO
Published in
7 min readNov 16, 2016
Usar Facebook Business no es para todos.

Crear una página en Facebook puede ser el peor error que puedas cometer.

Comencé a escribir en una época en la que estaba deprimido porque no tenía trabajo y acaba de tener una desilusión amorosa. No tenía nada qué perder y francamente no mucho más qué hacer. Así que comencé a escribir con las mejores intenciones pero con pocas expectativas y ningún objetivo.

Continué escribiendo y publicando con relativa constancia hasta que un día el director de un nuevo periódico me contactó a través de Twitter y me ofreció una columna en Más Reino Unido.

No podía creerlo, tenía una oportunidad de escribir para que miles de personas me leyeran aún si estaban a miles de kilómetros lejos de mi país.

Esta oportunidad además no pudo venir en mejor momento porque un par de semanas antes me había dado cuenta lo mucho que me gustaba escribir y había comenzado a pensar cómo podía convertir esta nueva pasión en mi estilo de vida.

Tenía un trabajo –sin paga– en un periódico y esto me abría las puertas para hacer muchas cosas. Después de ser publicado en un periódico podría escribir para revistas en internet y hasta convertir mi “propósito de año nuevo” de escribir un libro en una realidad. Sólo tenía que mantenerme escribiendo y haciendo crecer mi blog. Esta era mi nueva meta, finalmente tenía un objetivo.

El único problema era que escribir pasó de ser un pasatiempo a una potencial fuente de trabajo de un día para otro y no sabía cómo enfrentarlo. Emprender en la era digital era algo con lo que estaba familiarizado porque leía de eso todo el tiempo y asumí que sabía suficiente. Realmente sabía nada.

De manera aventada mi plan tenía dos componentes:

  1. Crear contenido de manera consistente y publicarlo.
  2. Hacer crecer mi blog.

La primera parte era relativamente fácil, sólo tenía que hacer lo que ya estaba haciendo, después de todo “constrúyelo, y ellos vendrán”, ¿no? El problema era la segunda parte. “Hacer crecer mi blog” era un objetivo sumamente general y era por una razón: no tenía ni idea de cómo hacerlo.

Compré dominios para mis publicaciones en Medium en español y éstas se convirtieron en mis blogs. Compartí los URLs en todas mis redes sociales además de integrar mi interacción entre ellas. Traté de hacer networking en Medium y Twitter. Lamentablemente parecía que todas las horas que estaba dedicando a crear contenido eran en vano porque mi blog “no parecía” estar creciendo.

En mi desesperación comencé a pensar en nuevas formas de cómo llegar a más personas y fue ahí cuando se me ocurrió crear una página de Facebook para mis blogs. Pagar un poco de publicidad para impulsar mis posts era una posibilidad que podía permitirme llegar a más personas si conseguía un poco dinero para gastar en ello, digo, para invertir en ello.

De repente era un autor publicado con una página de Facebook. De repente comenzaron mis problemas.

Si no pagas, no ganas.

Tendría que crear contenido para prepararlo y compartirlo en un medio más y ni siquiera sabía cuántas personas realmente me leerían si no pagaba el impulso publicitario de Facebook. Me acerqué a Oscar O. Arevalo no a pedir consejo sino que a disculparme con él de por haber creado una página de Facebook sin haberlo pensado. En el fondo yo sabía que no estaba haciendo las cosas bien.

Después de debatir un rato con él sobre el tema tenía una nueva perspectiva.

¿Cuál es el problema?

El primer paso siempre debe ser hacerte esta pregunta y contestarla.

Al hacerte esta pregunta de forma directa identificas bien el problema y lo entiendes mejor. Al contestarla, analizas cómo resolverlo de la mejor forma. Una vez tienes la definición textual del problema tienes la mitad de la carrera ganada.

Mi problema era que mi blog “no estaba creciendo”. Excepto que no sabía si lo estaba haciendo o no porque no estaba midiendo adecuadamente el comportamiento de mi blog.

Entonces asumí que en efecto mi blog no estaba creciendo y el error en esta idea era que un bajo crecimiento en seguidores no implica un mal comportamiento y tenía que revisar si había logrado que más personas leyeran lo que escribía.

Antes de hacer esto salté a la conclusión de que parte del problema era que uno de los tres medios por los que comparto mis posts es Facebook donde un limitado grupo de personas tiene acceso a lo que publico –léase mi grupo de amigos.

En mi arrebato también pensé que el problema era que, potencialmente, mis técnicas de networking era malas.

Sin embargo no tenía forma de saber si todos estos planteamientos eran buenos o malos, lo que me lleva al siguiente punto.

¿Qué dicen los datos?

Debes medir todo lo que pueda medirse. Esta es la única manera de poder definir si tus ideas son buenas o malas.

Vivimos en una época donde conseguir información –la infame data– es sumamente fácil, así que hay que aprovecharlo.

Mi lógica arrebatada fue que mucha gente ocupa Facebook y que por lo tanto yo lo estaba desperdiciando al publicar sólo para mis amigos. De ahí que cree la página sin pensar.

Resulta que mi blog estaba creciendo:

Una de la razones por la que amo Medium es porque te permite medir el flujo de tus publicaciones fácilmente.

Hace casi dos meses tomé todas las estadísticas de Medium para medirlas pero olvidé darle seguimiento. Así que al revisar esa información –que había guardado en una hoja de Excel– y compararla con las estadísticas actuales me di cuenta que las visitas a mis blogs más recientes se habían traducido en un crecimiento para muchos de los posts de mis publicaciones. De hecho mostraban una tendencia al alza con 858 visitas en los últimos 30 días.

Esto me llevó a pensar que en lugar de cambiar lo que estaba haciendo, simplemente tenía que mejorarlo.

Implementar la primera solución

Parte de mi investigación fue regresar a lo básico y definir para qué sirve una página de Facebook.

Al leer el artículo “Marketing on Facebook starts with a page” me quedó más claro el problema de crear una página y es que crearla es gratis pero para hacerla funcionar hay que convertirla en un centro de mercadeo, creando contenido y pagando para que Facebook lo impulse de manera proporcional a la cantidad yo pague.

Rápidamente me iba a ver atrapado haciendo contenido no sólo para mis blogs sino para mi página de Facebook sin mencionar que, probablemente, si no pagaba no tendría la misma exposición que los que sí pagan. Esto me llevaría a descuidar a mi red de amigos de Facebook –que ya apoyan mi blog– y a descuidar lo más importante que es escribir. Estaba cocinando fracaso.

¡Ya pueden seguirme en Facebook!

Hablando con Oscar y estudiando mejor cómo funciona Facebook me di cuenta que la solución era mucho más sencilla: permitir que la opción de “Follow” en mi perfil de Facebook fuera pública –ya que no lo era– y que todos y cada uno de mis posts relacionados con mi blog estuvieran compartidos de manera pública. Creerían que alguien que lee tanto sobre tecnología se habría fijado en que había revisado mal las opciones de publicación de Facebook.

Monitorear resultados y repetir

La última parte de esta estrategia es la más intuitiva a estas alturas ya que es monitorear las decisiones tomadas para determinar qué funcionó, qué no funcionó y modificar de manera congruente a lo resultados.

Obviamente esta parte incluye volver a replantear cuál es el problema para decidir cómo continuar trabajando para resolverlo.

Antes de retroalimentar los resultados que obtenga con estos cambios que he realizado tendré primero que revisar mis “técnicas” de networking para evaluar cómo medir su efectividad y tomar un curso de acción más congruente o continuar haciendo lo que estoy haciendo si los resultados son favorables.

En conclusión…

No me considero una persona irracional porque suelo revisar las cosas hasta dos veces antes de actuar. No obstante tomar decisiones con corazonadas, sin analizar ni respaldar con información concreta que permita definir si las decisiones que has tomado son buenas o malas es tan irracional como hacer lo mismo esperando resultados diferentes.

Lo más valioso de esta experiencia es que este método para resolver problemas lo puedes ocupar en cualquier aspecto de tu vida.

Presiona 💚 para dejarme saber que te gustó ya que esto me impulsará a seguir creando más contenido parecido.

¿Ya sigues mis publicaciones? Al menos, deberías revisarlas:

--

--