El renacido gusto por ver los Oscars

eduardo j. umaña
EDUARDIARIO
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8 min readMar 1, 2016
Porque todos soñamos en oro… Aparentemente.

Domingo 28 de febrero, la noche más importante de Hollywood. Creo que este ha sido un gran año para los Oscars porque si leemos entre líneas, La Academia fue bondadosa este año.

Claro, si leemos entre líneas.

Desde hace mucho tengo mis conflictos con La Academia. No tengo que reiterar que digo que tengo conflictos porque soy fanático del cine desde que tengo memoria y no porque trabaje en algo que remotamente se relacione con lidiar con el gremio encargado de celebrar esta premiación.

Cuando era adolescente descubrí que no sólo me gustaba ver películas sino que me gustaba analizarlas, criticarlas y valorarlas. Siempre me interesó mucho el proceso productivo y creativo que involucra hacerlas y rápidamente fui a explorar los clásicos, las películas de culto y el cine independiente. Es lógico pensar que los Oscar son la celebración de todo lo que amo del cine pero no.

Muchas veces he sentido como cinéfilos y heraldos de La Academia me atacan por no disfrutar la media docena de dramas de época que son nominados todos los años.

La Academia tiene sus gustos definidos, ya sea la clásica pieza de época biográfica que recuenta la vida de una figura que es sociopolíticamente relevante o el actor de método que se convierte en ésa figura que es sociopolíticamente relevante. Las típicas mamadas ya acartonadas y de molde que los productores, directores y actores buscan hacer cuando quieren con desesperación una estatuilla bañada en oro de un tipo llamado Oscar.

Sí, La Academia tiene sus gustos bien definidos. Quién sabe quién culos es La Academia pero tiene gustos. Sin importar quién sea ella, se supone debería premiar “lo mejor” y no puede, ni debería, dejar que sus rígidos gustos le restrinjan al momento de decidir quién merece al codiciado Oscar.

Que La Academia tenga su dichoso gusto no quiere decir que divertidas óperas espaciales con mucho corazón o aventuras de superhéroes peleando otros superhéroes o distopías de ciencia ficción en un desierto ciber punk puedan ser buenas películas. Tiene menos lógica que algunas de estas sean tan buenas que puedan ser la mejor historia contada en el cine en un determinado año.

Así que no es extraño que películas como The Dark Knight o Inception no fueron nominadas para Oscars grandes ni que películas como District 9 o Mad Max: Fury Road sean nominadas para esos Oscars grandes por lástima o simplmente para no perder “credibilidad”.

Hace unos años aprendí que, como todo negocio, el gremio de actores, directores y productores, tienen una agenda con estos premios. La agenda de impulsar ciertas causas. La agenda de tratar de enfrentar temas sociales para tratar de ser relevantes. La agenda del dinero. O la noble agenda de cuidar que la marca Oscar siga siendo una estampa de calidad y prestigio al momento de vender más películas.

Hice las paces con eso y dejé de ver los Oscar por tantos años como nominaciones tenía Leonardo DiCaprio para ganar el premio este año.

Hace un par de años regresé a verlos porque no tenía nada qué hacer ese domingo por la noche y Neil Patrick Harris o Ellen Degeneres iba a ser anfitrión y una vez comienzas a ver unos minutos tienes que quedarte hasta el bendito final… Que más que bendito parece maldito porque es un evento que innecesariamente dura casi 4 putas horas.

Entonces aquí estoy, por segundo año consecutivo, visitando la entrega de premios más prestigiosa aún si ya no me obligo a ver la lista entera de “las mejores del año” de acuerdo los señores y señoras de La Academia.

Es claro que tengo una relación amor-odio con los Oscars pero me parece interesante, de vez en cuando y sin tomármelo tan en serio, analizar qué pasó en la noche más importante de Hollywood.

Puedo decir que este año La Academia fue bondadosa. Pero leamos entre líneas.

El no curioso caso de la blancura de los Oscar

Es racista hasta que ponen a tu esposo en la misma lista negra que a DiCaprio

La consigna #OscarsSoWhite trajo mucho dolor de cabeza para La Academia este año y decidieron hacer lo obvio. Contrataron a un comediante afroamericano para que torturara a la blanca audiencia con todas las verdades incomodas. Hollywood es de personas blancas para personas blancas, creo que siempre ha sido así. Lo que hay que celebrarle a la ciudad de oropel es que logran venderle al mundo no blanco un producto que no es para ellos.

No hay mucho más qué leer por aquí porque claramente Chris Rock lo dijo todo.

Qué día más encantador

Por otro lado Mad Max: Fury Road triunfó donde otras películas “de género”, como les llaman, fracasaron. Mad Max fue uno de los éxitos del año, realmente fue la mejor película del año. Original historia, producción excelente y con un argumento realmente importante. Con esta película George Miller, el director, fue y le partió la madre al patriarcado en un momento y en un año donde era altamente importante que alguien lo hiciera. La Academia no podía ignorar esto y no lo hizo. Más o menos.

Furiosa, furiosa

Mad Max ganó 6 de 10 nominaciones. Sí, los premios fueron los menos glamorosos. Edición, maquillaje, sonido y producción, no gritan glamur aunque sí sean importantes. Pero el triunfo es que ganó 6 de estos Oscars. Lo grande fue que le dejaron ganar los 6.

Tirar un hueso de simpatía puede ser condescendiente pero cuando te dan varios huesos al menos queda claro que sí están haciendo un esfuerzo real ganarte.

Era obvio que Mad Max no iba a ganar Oscars “importantes” pero nunca esperé que reconocieran la genialidad de esta película dándole tantos premios. En lo que respecta a premiaciones en función de nominaciones, fue la ganadora de la noche.

La mejor vida de nuestros años

Spotlight fue “la mejor” película del año y leyendo un poco entre líneas no fue sorpresa que ganara el Oscar. Spotlight ya había ganado mejor guion original, un premio que para mi es muy importante porque vivimos en la sociedad fílmica de la adaptación.

Duró 4 putas horas, nadie culpa a Keaton por tener hambre…

No obstante, creo que lo que la hizo “la mejor” es que fue la que tocó un tema sociopolítico relevante, al abogar por la libertad de expresión y condenar la impunidad aparente que ciertos grupos religiosos han tenido al cometer ofensas. Y ya establecí bien como a La Academia le encanta ser relevante.

Los increíbles

Una de las películas más grandes del año, desde un punto de vista tanto de producción como cinematografía, fue The Revenant, sin lugar a dudas. La Academia lo reconoció premiando al excelente cinematógrafo mexicano Emmanuel Lubezki, quien es un artista consagrado ya que ha logrado, una vez más, hacer que una película se vea tan bella que se te olvida que no hay trama relevante.

LOL

La producción de The Revenant es excelente y captura con gran belleza cinematográfica y fotográfica los escenarios naturales imponentes en los que los actores hicieron la titánica tarea histriónica de convencernos de que sí hay trama relevante en la película y distraernos de que poco o nada del argumento está siendo justificado. Más aún, Iñárritu merece ese Oscar porque como productor y creador de películas es un genio, nos logró convencer a todos de que en efecto The Revenant tiene trama relevante.

O quizás, premiar mexicanos fue una especie de control de daños ante tanto comentario de Trump.

A la 5º es la vencida

Leonardo DiCaprio finalmente gana un Oscar y, como ya ha sucedido en el caso de varios actores, no lo premiaron por su mejor actuación sino porque ya se lo habían negado varias, sino demasiadas, veces. Aunque prefiero otras actuaciones de DiCaprio, creo que sí merece este premio porque su actuación de The Revenant fue estelar.

Al fin

El discurso de DiCaprio fue la culminación de años de trabajo buscando este reconocimiento y me parecieron buenos detalles que agradeciera a Martin Scorsese y que ocupara la ocasión para hablar de los temas ambientales y sociales que tanto defiende. Claramente aprovechó sus dos minutos de fama en caso de que no se los vuelvan a conceder.

Los sospechosos inusuales

Creo que La Academia simplemente no quiso quedar mal con nadie este año porque darle el Oscar de Mejor Actor a otro hubiera sido un robo. Hablando de robos, creo que a nadie le importa el Oscar a Mejor Actor de Reparto porque nadie se disgustó que se lo otorgaran a quien claramente hizo la actuación más genérica del grupo. Sin mencionar que le negaron un Oscar a Rocky por segunda vez… Al menos honraron a Ennio Morricone con el primer Oscar de su carrera, supongo.

Escuché por ahí que Alicia Vikander se ganó el Oscar de Mejor Actriz de Reparto por haber seducido a la audiencia a contemplar la idea de tener sexo con una robot en Ex Machina, pero que debíamos leer entre líneas para decodificar dicho mensaje.

Sí, Brie estuvo en Scott Pilgrim vs. The World, y sí, Scott Pilgrim vs. The World es una película que existe

Brie Larson se merece un Oscar por lograr conseguir papeles “dignos de Oscar” después de haber actuado en Scott Pilgrim.

Sorpresas que no son sorpresas

Pixar ha vuelto a las andadas. Hizo una buena película y ciertamente no hubo competencia en la categoría de Mejor Película Animada.

¿Qué putas?

007: Spectre es una película que existe. Tuve un mal presentimiento cuando fui al cine y después de una intensa escena de acción que nunca terminó de sentirse intensa, comienza el tema de Spectre. Los temas de apertura de una película de James Bond siempre se roban el show y te emocionan y preparan para lo que viene. El tema que Sam Smith compuso no logra nada de esto y, justo como la película #24 de Bond, nunca llega al clímax.

La canción es una mierda y ganó el Oscar.

Francamente no sé porqué lo ganó. Mientras veía la entrega descubrí que Lady Gaga estaba nominada por un tema para un documental que no sabía que existía. Brevemente el Vicepresidente de EUA me puso al día. Tanto el tema musical, como el documental abordan el problema de la cultura de violación que existe en Estados Unidos; la misma Gaga parece haber tenido experiencias desagradables en este departamento. Me pareció que en su interpretación de la canción logró transmitir el dolor y frustración que las víctimas de abuso tienen que experimentar.

Gaga, madre de monstruos; Sam Smith, monstruo destructor de temas de Bond

En mi opinión es un tema superior al de Spectre en todo nivel y lo puedo decir basado en haber escuchado la interpretación durante la premiación.

Finalmente no sé quién nombró a Sam Smith como el patrono de la comunidad LBGT pero francamente sentí su discurso falso, vacío y trillado. Lady Gaga hubiera dado un mejor discurso fácilmente sin dudas porque después de todo gran parte de su fama la ganó siendo campeona de los derechos de la comunidad LBGT.

Hasta el próximo año… Tal vez.

Bueno, este blog fue algo que sucedió.

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