Elecciones de la vida

eduardo j. umaña
EDUARDIARIO
Published in
5 min readNov 11, 2016
Máscara contra cabellera.

Hillary Clinton es una perdedora como yo.

No me gusta mucho hablar de política y si la sigo lo hago sin tomarla tan en serio, principalmente porque siento que si no eres político o analista político, no tienes negocio hablando de política.

Es más, hablar de política es sólo una manera fácil y usualmente superflua de hacerte sentir más inteligente de lo que realmente eres.

De todas formas haber seguido las elecciones presidenciales de Estados Unidos que acaban de terminar no cuenta como seguir la política porque fue un genuino circo mediático. Uno que mostró los peores colores no sólo de los estadounidenses sino que del mundo entero.

La victoria de Donald J. Trump es una que me deja claro porqué hay que combatir el machismo, la misoginia y destruir el patriarcado en nuestra sociedad moderna. Los habitantes de una potencia mundial dijeron, básicamente, “votaremos por un inestable megalómano mientras sea hombre.” Pero no voy a entrar en un debate social sobre roles de género.

Sí voy a discutir lo que me llamó la atención y lo que más me preocupa del resultado de esta elección y es lo que esta victoria simboliza para esta generación y para la que viene.

Donald Trump no está preparado para ser presidente, tiene problemas de carácter y personalidad pero aún así ganó la presidencia. Una parte de esta victoria puede otorgarse a partidismo, otra al prejuicio contra mujeres o quién sabe, no puedo estar seguro porque realmente no estudio la política de cerca. No obstante, la campaña de Trump tuvo más astucia de la que le acreditaron los medios, quienes analizaron la situación con criterio más no con los pies en la tierra.

Basta poner un poco los pies en la tierra –y ser un poco cínico– para poder analizar mejor la situación. Que fue justo lo que Michael Moore hizo en su análisis “5 Reasons Why Trump Will Win” prediciendo el gane de Trump con meses de anticipación.

La primera razón que cita es la que me parece resume mi problema.

Donald se enfocó en Estados llenos de hombres blancos pertenecientes a la clase trabajadora y les convenció de que no perderían sus trabajos porque cualquier negocio internacional que hicieran los fabricantes de carros en México, tendrían un impuesto ridículo. Esto fue música para los oídos de innumerables hombres blancos.

La estrategia fue un golpe maestro de genialidad porque nadie creyó que esta estrategia que parecía demagogia pura fuera a funcionar.

Bajo mi perspectiva y entendimiento de las elecciones estadounidenses, la estrategia es ganar los Estados que tengan mayor representatividad del colegio electoral, es decir, que tengan más puntos asignados. Florida es uno de estos Estados y parece que en su búsqueda por los otros clásicos “Estados decisivos”, ningún demócrata prestó atención a lo que Trump estaba haciendo y les arrebató 4 Estados tradicionalmente demócratas: Michigan, Ohio, Wisconsin y Pennsylvania.

Mapa de resultados de la Elección Presidencial 2016, vía politico.com

Al final no sólo logró ganar Florida sino que asegurar 4 Estados que sumaron importantes puntos. Florida puede definir la elección pero la elección la ganas sumando puntos por más isiginificantes que parezcan.

¿Por qué nadie lo vio venir?

A lo largo de la campaña muchos desprestigiaron a Donald por no ser tan inteligente ni maestro de los negocios como decía ser pero al final fue justo su astucia y olfato para los negocios en gran medida lo que le concedió la victoria. No fue ser un empresario integro ni un maestro de las finanzas ni el mejor inversionista. Fue la astucia, la inteligencia callejera con la que avanzado toda su vida.

Esto es lo que me incomoda.

Hillary no era popular y tenía unas políticas que le daban una reputación de doble clara a la vieja usanza política pero no quiere decir que no sea una mujer preparada, experimentada y capaz. El país básicamente decidió descartar –o “botar”– a la niña nerd que le recuerda al profesor que no ha dejado tarea.

Yo soy como Hillary. Creo en la preparación, creo en estudiar y analizar, creo en hacer las cosas con el libro abierto de guía. Creo que las reglas deben seguirse para controlar la diversión. He aprendido en los últimos años que hay que ser un poco más flexible con las reglas, más abierto a lo nuevo y a aventarse un poco más, sin embargo, hay un gran valor en la preparación y el trabajo duro y honesto.

Es un valor que no debe perderse y es uno que Trump no parece tener. Él cree que su astucia y actitud dominante le van a permitir ganar siempre. Los estadounidenses le dijeron que puede ser racista, volátil, misógino y saber poco o nada de lo que está hablando y todavía resultar ganador si juega sus cartas bien.

Este es el mensaje que esta elección nos ha dejado.

“Preparando la tarea para el debate”, de acuerdo a Mike Keefe.

Al final del día el mundo necesita un balance entre las personas analítico estudiosas y los aventados que hacen sin pensar.

El fin del mundo viene… pero todavía está lejos y todavía existe esperanza mientras cada uno luche por esa esperanza a su forma. Así que en palabras de Hillary Clinton:

“A todos los que están leyendo este blog, nunca dudes de que eres valioso y poderoso, que mereces todas y cada una de las oportunidades del mundo para perseguir y alcanzar tus propios sueños.”

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