Mintiendo en entrevistas de trabajo

eduardo j. umaña
EDUARDIARIO
Published in
4 min readDec 1, 2016
Para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado.

Te daré el secreto sobre mentir y engañar en entrevistas de trabajo.

Todos hemos tenido que pasar por el tedioso y a veces incomodo proceso de realizar entrevistas de trabajo. Bueno, los que no lo han hecho, probablemente algún día lo harán y se darán cuenta que es una situación desagradable.

De por si, vivir es complicado, trae consigo dudas e inseguridades suficientes así que no es necesario que alguien más te cuestione con condescendencia que no sabes que estás haciendo con tu vida porqué no sé qué estaré haciendo dentro de 5 años… Aunque verdaderamente todos deberíamos saber o al menos tener una meta u objetivo claro, pero eso es para otro post.

A parte de tener que vender a un reclutador la idea de que eres justo lo que la compañía necesita, tienes que contestar preguntas filosóficas. Es lo peor. Estás en la silla caliente y debes vender tu oferta laboral mientras luces atractivo como persona.

¿Preguntas sobre tus pasatiempos?

Fácil. Afirma que eres un ávido lector, un atleta consagrado y un filántropo que ayuda en su tiempo libre a alguna asociación sin fines de lucro, ente religiosa o a cachorros abandonados.

¿Preguntas sobre tus planes dentro de cinco años?

Un poco más complicada pero nada que no puedas resolver. Demuestras tu visión empresarial estableciendo tus planes de dominio gerencial ya sea dentro de la empresa o fuera como emprendedor en tu propia empresa.

¿Las clásicas preguntas sobre listar tus defectos?

Pregunta capciosa, pero se le puede dar un giro positivo. Tus defectos son ser demasiado perfeccionista, ser detallista a niveles anal-retentivos y ser adicto al trabajo.

Pero, qué pasa cuando te preguntan:

¿Por qué “te dejaron ir” de tu trabajo anterior?

Si bien todas estas preguntas buscan en muchos casos conocer tu carácter, temple y personalidad más que buscar una respuesta puntual, “buena” o “mala”, hay que lograr comunicar que tienes buenas habilidades y vida más allá del trabajo; que tienes visión y rumbo no sólo en tu trabajo sino que en tu vida; y que te conoces lo suficiente para reconocer áreas de mejora.

Sin embargo, ¿cómo contestas una pregunta que te obliga a enfrentarte con tus jefes anteriores?

Esta es una pregunta difícil porque, para verte bien, tendrías que tirar a tus jefes anteriores debajo de un bus; pero esto proyecta una imagen mezquina y traicionera que podría hacerte ver poco atractivo como un nuevo empleado. Contestar así comunica que muerdes la mano que te alimentó cuando tienes la primera oportunidad. También es lógico pensar que cargar con toda la culpa te hace ver como un mal profesional y uno al que no le ofrecerían un trabajo.

Contestar todas estas preguntas puede ser complicado, ciertamente, y aunque contestar las primeras 3 preguntas requiere un poco de estrategia, mentiras blancas y ciertas exageraciones para ser relativamente sincero mientras te cimientas como un excelente prospecto, descubrí que para contestar ¿porqué terminaste relaciones con tu empleador anterior? Requieres de más sinceridad y más humildad.

Así es, el secreto para mentir al contestar esta difícil pregunta realmente requiere no mentir en absoluto.

Desde mi experiencia, esta pregunta busca medir tu integridad y fidelidad así como tu sinceridad. Así que la mejor manera de contestarla es con humildad.

Existen sólo dos razones por las que dejaste tu trabajo anterior: te vas por tu voluntad o te vas en contra de tu voluntad.

Así es, te fuiste porque te ofrecieron un mejor trabajo (o estás buscando uno) o probablemente hiciste algo mal. “Hacer algo mal” suena grave pero puede ser tan leve como ser reincidente en comportamientos inadecuados como llegar tarde, hasta tan grave como no cumplir con metas o haber fallado como persona desde un punto de vista ético.

El “te dejaremos ir” es una manera bonita de decir “cometiste un error pero no te vamos a despedir para no perjudicarte en tu búsqueda de nuevo empleo” y probablemente fue inventado por alguien que se fue de su trabajo en desgracia.

Personalmente he estado en esta situación. Me “dejaron ir” de mi último trabajo.

Tuve mediocres desempeños en mis evaluaciones semestrales y una mala actitud. Había caído presa de la rutina, cumplía con lo mínimo que me pedían y mi falta de motivación era evidente. Realmente me convenía un cambio de ambiente y debido a que no era un mal empleado, no me despidieron.

Poder escribir el párrafo anterior me ha tomado casi dos años.

Siempre que contesté la pregunta a un reclutador o familiares y amigos que la hacían usaba la genérica respuesta, “hicieron recortes de personal” y agregaba algún comentario ambiguo sobre mi motivación. Me costó encontrar la humildad de reconocer que fallé, que ya no era correcto para esa empresa y que debía buscar un lugar donde me sintiera motivado para dar mi mejor esfuerzo.

Es justo esto lo que quiere escuchar un reclutador en una entrevista. La capacidad de reconocer fallas y estar listo para trabajar en mejorar.

Si quieres puedes mentir pero creo que no serás la única persona a “la que han dejado ir de su trabajo” porque estaban en medio de “recortes de personal y reestructuraciones”. Tú lo sabes, yo lo sé, lo sabe tu vecino y seguramente lo sabe el reclutador de talento humano.

Así que no lo hagas. Busca la razón por la que te fuiste y contéstala con la mayor sinceridad posible. Esto te hará resaltar por todas las razones correctas.

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