Cáñamo y su fibra textil autosustentable
En una de mis anteriores publicaciones te hablé del cáñamo y de su utilidad más allá de la medicina. Te comenté cómo de la planta extraen una fibra que la hacía el material predilecto en la antigüedad para confeccionar prendas de vestir versátiles y, además, hacían cuerdas y las velas de los barcos.
Pero cuando llegó la prohibición, que se comenzó a penalizar a todo aquello que estuviese alrededor de la hierba, esta fibra perdió terreno, que el algodón y el nylon ganaron inmediatamente. Y gracias a esta nueva era de despertar, de conectar con el origen, en la que el cannabis está recuperando su lugar, la tela de cáñamo se esta convirtiendo en el arma perfecta para contrarrestar el fast fashion que tanto daño le hace al planeta.
En los sesenta, la tela fabricada con esta fibra era relacionada directamente con el movimiento hippie, que para muchos era una connotación negativa. En la actualidad, muy por el contrario, es símbolo de sustentabilidad y lleva la bandera del slow fashion, que consiste en sacarle provecho confeccionando prendas hechas a la medida y pensadas para que duren un prolongado período de tiempo manteniendo su calidad inicial.
Lo curioso es que este nuevo boom con la tela de cáñamo no se ha limitado solo a esos diseñadores y confeccionistas emergentes, marcas de relevancia en el mundo de la moda han ido implementado el uso de este material. Por ejemplo, Levi’s que lanzó en el 2020 una colección de prendas con un tejido híbrido llamado cottonized hemp (cáñamo algodonizado) que ha sido alabado por la suavidad alcanzada en la tela, o H&M que aprovechó restos de la cosecha de cáñamo para lanzar una línea destacada por ser de fibra natural. También NIKE ha incursionado en el uso del cáñamo en unas zapatillas que causaron sensación por el color particular que tenían, además de darle mayor absorción y resistencia, en comparación con el algodón.
Hasta en la alta costura este tejido se está abriendo paso, diseñadores como Giorgio Armani que ha sucumbido a su uso por encontrar en dicha fibra un material “suave, ligero y flexible, o Ralph Lauren quien afirma que “la tela más antigua del mundo es ahora la más moderna”. Y, aunque es absurdo celebrar algo tan obvio, esto es otro punto positivo para validar esta lucha para lograr quitarle la estigmatización a una planta, a algo que es tan natural como lo puede ser el uso del algodón.
Lo curioso de la tela del cáñamo es que, para obtenerla, no necesita un proceso químico, es un proceso natural y sencillo, que incentiva a los cultivadores a aprovechar al máximo las bondades que tiene cada parte de la planta, porque la fibra se extrae del tallo de la planta, es decir que se estarían empleando todas sus partes de forma productiva (si quieres saber más sobre la planta y sus otras características ve a Educanna e inscríbete en su curso de Introducción al Cannabis), y le tenemos que sumar a esta lista el beneficio de la rapidez de cultivo. Entonces, si enumeramos la cantidad de aspectos positivos que tiene su implementación en la moda: tiene rapidez de cultivo y, por ende, de producción, es flexible y versátil, es resistente y duradera, menos puedo comprender porque se ha prolongado por tantos años la prohibición, el ataque y lo cuestionado que sigue siendo el uso de la marihuana a estas alturas del siglo 21.
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