Cultura Startup: tipos de innovación

Candelariacarbajo
Blog Eklos
Published in
6 min readOct 24, 2022

La innovación, en el mundo startupero, está a la orden del día. Pero, ¿innovar es siempre igual?, ¿existen diferentes formas de hacerlo, ¿cómo saber cuál es la mejor para cada caso?

De eso y más hablamos en este artículo, en el que vamos a hacer un repaso de los 4 tipos de innovación más utilizados y conocer sus principales características y diferencias. ¿Vamos?

✋🏼Primero, lo primero: hablemos de innovación

Hoy en día, la compañía que no se amiga con la innovación está destinada al fracaso. Las empresas que, en cambio, saben que la innovación llegó para quedarse en este mundo cambiante y que avanza a pasos agigantados, necesitan trabajar en crear o adoptar herramientas, sistemas, personas, cultura y procesos que permitan la innovación y la agilidad. Para que nos demos una idea de lo rápido que cambia todo, números: solo 52 empresas permanecen en la lista Fortune 500 desde su creación en 1955.

Pero, ¿cuál es la importancia real de la innovación en las empresas?

Ventajas de la innovación

  • Mantiene los procesos organizados, creando estándares y sistemas que ordenan y mejoran la forma de trabajar.
  • Desarrolla la creatividad: con la innovación, se puede demostrar apertura al cambio y al recibimiento de nuevas ideas.
  • Aumenta la competitividad de la empresa: utilizar nuevos recursos estratégicos y tecnológicos vuelve a una empresa más atractiva para los clientes, los socios y los posibles empleados, por lo que mejora su posicionamiento en el mercado.
  • Mejora la productividad, proponiendo procesos más eficientes, un mayor control de la producción, estrategias más eficaces y empleados más motivados y, por ende, comprometidos.
  • Añade valor a las soluciones que se ofrecen y su comercialización.
  • Aumenta los beneficios: con mayor productividad, un negocio más atractivo y una gestión más eficaz, en consecuencia, la empresa tiene más beneficios.

La innovación no es pura creatividad. Es, más bien, la capacidad de construir puentes,y para eso, se necesita, sí, algo de pensamiento disruptivo o creador, pero también se necesita conocimiento, medición e investigación, tareas que puedan sistematizarse. El crecimiento de la innovación en empresas y emprendimientos ha dejado a la vista que hay patrones recurrentes, y diversos expertos se han encargado de comenzar a agruparlos en diferentes tipos o formas de innovar.

Veamos 4 de los métodos más utilizados:

Innovación radical

La innovación radical requiere de un pensamiento radical y, hace ya bastante tiempo, lo más radical suele venir de la mano de la ciencia y la tecnología; consiguen transformar la industria (o varias) y crear, incluso, nuevos mercados, categorías de productos y hasta tipos de relaciones entre clientes, empresas y proveedores. Una solución que surge de este tipo de innovación cambia por completo el escenario de una marca, y esto puede suceder a nivel interno o en el mercado. Lo que más caracteriza a la innovación radical es la creación de nuevo conocimiento y la comercialización de ideas, productos o servicios que, en la mayoría de los casos, llegan para reemplazar lo existente.

Esta forma, la innovación radical, es lo que solemos imaginar cuando pensamos en innovación. Es la que habilita la destrucción de industrias, tecnologías e ideas antiguas con sus propuestas innovadoras. Suena bien, ¿verdad? Sin embargo, hay que tener en cuenta que es una estrategia de alto riesgo. La innovación radical no solo se basa en idear tecnología novedosa que apenas la población puede comprender, sino que también debe ser tan imponente en el panorama del consumidor como para cambiar definitivamente su comportamiento.

Lo cierto es que este tipo de innovación ha existido siempre: desde el paso de los carruajes tirados por caballos a los autos hasta Steve Jobs y sus primeros Iphone: las nuevas tecnologías propuestas no solo cambiaron el mercado, sino también el statu-quo.

Innovación incremental

La innovación incremental añade novedades, ya sea en un producto o solución, la marca o los métodos de producción, pero de forma más sutil que la radical: los cambios son de todo, menos bruscos.

El enfoque principal de este tipo de innovación está en hacer pequeñas mejoras a lo ya existente para aumentar su valor o la satisfacción del cliente. Suele tratarse de agregar o crear una versión evolucionada para complementarlo y ofrecer mejoras, ya sea para los empleados, clientes o atributos del negocio.

Esta forma de innovar ofrece una mejora gradual y continua de los productos y servicios existentes, es decir, no insertan un producto nuevo al mercado, sino que trabajan con lo que ya está en él. Y, si bien parece menos atractiva que la primera, la radical, es fundamental por diversos motivos. Entre ellos, podemos mencionar que brinda a las organizaciones una fuente segura de ingresos porque no buscan ni dependen de que los consumidores cambien su comportamiento. A diferencia de la innovación radical, sus apuestas son más consistentes por trabajar la innovación en soluciones que los consumidores ya consideran esenciales para sus vidas. Además, un producto mejorado, tiene una vida útil más larga en el mercado.

Y sí, a primera vista, es menos llamativa que otro tipo de innovación (probablemente, la menos atractiva), pero ofrece el valor más evidente a un resultado final establecido. Al mejorar continuamente las soluciones, se evita el estancamiento y, en cambio, se aumenta constantemente la participación de mercado. Sin innovación incremental, los productos y servicios pueden quedarse atrás, y tanto la experiencia como la retención del cliente pueden verse afectadas a mediano y largo plazo.

Una vez más, podemos tomar de ejemplo a Apple y su gran Iphone, que desde 2007 no ha parado de ofrecer versiones nuevas con mejores funciones y características.

Innovación disruptiva

La innovación disruptiva consiste en un movimiento escalable que llega a muchas personas al mismo tiempo de la mano de nueva tecnología y resultados de alto impacto. Su estrategia se centra en seguir a un mercado más que a una marca o solución en concreto, y a día de hoy se ve cada vez más debido a los cambios tecnológicos y de comportamiento de los consumidores. En este sentido, sucede cuando se crean nuevas soluciones (aprovechando las nuevas tecnologías) para servir a un mercado existente. Así, se consigue satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores, creando flujos de valor y ofertas de servicios completamente nuevos.

La innovación disruptiva se refiere a un proceso, como indica la palabra, disruptivo, donde una nueva propuesta irrumpe entre las empresas y soluciones establecidas. Suelen venir de la mano de nuevas empresas que se enfocan en segmentos pasados ​​por alto en el mercado para ofrecer una solución más asequible, conveniente o simple.

Un buen ejemplo de innovación disruptiva es Netflix: pasamos de tener que salir a alquilar en Blockbuster o comprar películas pirateadas a poder ver lo que quisiéramos, cuando quisiéramos, sin movernos del sillón.

Innovación arquitectónica

Mantener la innovación es la mejor manera de proteger la posición de una compañía en un mercado. Para eso, existe la innovación arquitectónica: la modificación de las soluciones existentes para adaptarlas a un mercado completamente nuevo. Con este tipo de innovación, se reconfigura el diseño de una solución o la forma en que interactúan sus componentes para adaptarla a corto o mediano plazo y lograr su inserción en otro sector. Los componentes pueden combinarse en un nuevo producto, servicio o sistema que sea innovador: mientras que se destruye el conocimiento arquitectónico, se preserva la utilidad de los componentes.

Esta forma de innovar suele tener éxito, ya que es una estrategia de bajo riesgo y alta recompensa. Lo mejor es que contiene un gran poder para transformar los mercados porque permiten que las organizaciones destruyan lo que no funciona y lo transformen en algo que sí.

Como ejemplo de innovación arquitectónica, podemos nombrar a las amadas impresoras y fotocopiadoras de escritorio. Antes de ellas, existían las fotocopiadoras independientes o industriales, como una unidad dedicada únicamente a las funciones de copia. Ahora, gracias a este tipo de innovación, tenemos esta solución al alcance de todos.

🏹¿Cómo elegir el tipo de innovación para una empresa?

En los ejemplos se repitió la palabra Iphone, lo cual nos indica que, al menos una empresa en el mundo (y de las más exitosas), utilizó dos tipos de innovación en sus estrategias.

Y es que cada tipo de innovación tiene un valor especial, y centrarse solo en utilizar una reduce mucho las posibilidades de juego. En realidad, en un contexto ideal, los tipos necesitan interconectarse y retroalimentarse para alcanzar su mayor potencial.

Sin innovación incremental, como ya dijimos, se corre el riesgo de quedarnos atrás o “pasados de moda”. En cambio, sin una innovación sostenida, una empresa tiene que trabajar mucho más para alcanzar aumentar su participación en el mercado. Y sin una innovación radical o disruptiva, una empresa se arriesga a ser reemplazada por nuevas soluciones o tecnologías.

Combinar las cuatro nos permite mantenernos en el mercado, crecer, y hacer apuestas disruptivas de la mano de la innovación.

--

--