Tres lecciones emprendedoras que aprendimos de Sofía Contreras

Siguiendo con el espíritu del mes de la mujer hoy queremos hablar un poquito de Sofía Contreras, asesora estratégica de empresas, gobiernos y emprendedores y co-fundadora de Chicas en Tecnología, ONG que trabaja para cerrar la brecha de género en tecnología. Sofía es para nosotros una inspiración enorme: trabaja en el sector emprendedor tecnológico hace años y hoy lidera una agencia que se enfoca en ayudar a que emprendedores, corporaciones y gobiernos puedan innovar y transitar la transformación digital, algo inminente en cualquier empresa para subsistir en los años por venir. Además tiene una columna de tecnología en La Nación, nos representó en el Foro Económico Mundial 2016 en Medellín hablando sobre Emprendedorismo para la Prosperidad, es delegada por Argentina para la Young Entrepreneurs Alliance del G20 y seguiríamos enumerando todos sus aciertos pero no terminaría nunca este párrafo y en algún momento tenemos que pasar al siguiente; así que vamos a decantar esta presentación en que Sofía, además de todo lo anteriormente mencionado, comparte aprendizajes valiosísimos sobre la cultura emprendedora en su cuenta de Instagram. ¡Y hoy venimos a compartirles tres que nos encantaron! Allá vamos:

Configurar nuestra mentalidad (o mindset)

Una de las bases principales al empezar a emprender es prestarle atención a la mentalidad que tengamos al encarar o desarrollar emprendimientos y proyectos. Como uno de los factores fundamentales tenemos que combatir los preconceptos que nos indican que fracasar es algo malo, cuando por el contrario lo que necesitamos hacer es salir a probar nuestras ideas y si resulta que no iban por el camino correcto, aprender del error y recalcular. Fracaso no es fracaso si aprendimos en el proceso y usamos ese aprendizaje para seguir el camino a encontrar mejores soluciones, productos y servicios. A esto se le llama aprendizaje validado. Cambiar ese mindset es crucial para salir a emprender.

La metodología para emprender

Para emprender no se necesita tener una idea innovadora que nadie haya pensado antes. Se puede emprender en el rubro que quieras, solo es necesario encontrar necesidades reales insatisfechas. Existen procesos y metodologías concretas que podemos aplicar para lograrlo y minimizar el riesgo al fracaso mientras lo hacemos. Lamentablemente en la escuela y la mayoría de las universidades no nos enseñan a aplicar estas metodologías, sino que se siguen aplicando procesos anticuados que están pensados para el desarrollo de productos y servicios dentro de empresas ya establecidas. Al emprender tenemos que generar productos y servicios de algo que aún no existe, y por lo tanto la metodología a aplicar es muy diferente a la que tienden a enseñarnos. Algunos libros recomendados para aprender a emprender: “Running Lean: Iterate from Plan A to a Plan That Works” de Ash Maurya, “The Lean Startup” de Eric Ries y “Customer Development” de Steve Blank. Leyendo, experimentando y aprendiendo estos procesos antes de salir al mercado estamos minimizando nuestras chances de fracasar.

La clave está en validar

Una de las cosas que van a ver al comenzar a implementar estas metodologías para emprender es que es muy importante plantear proyectos por etapas y con validaciones que permitan seguir avanzando. Cuando hablamos de “validaciones” nos referimos a salir a testear o contrastar lo que pensas con la realidad. En lugar de pensar en desarrollar algo grande que tarde meses o años en producirse, sin saber si cuando salga al mercado va a funcionar, es un mejor plan definir por etapas de validación que nos ayuden a tener el aprendizaje validado del que hablábamos al principio. Esto significa, por ejemplo, primero plantearnos supuestos o hipótesis de quiénes son nuestros clientes, cuál es nuestro mercado, ideas de productos o servicios, armar un prototipo y salir a validar si lo que pensabas que sería un buen negocio realmente puede interesarle a tu mercado objetivo. Con este concepto en un mes ya podés saber si lo que estás planificando tiene potencial o no, y salir a validar esta hipótesis va a ahorrarte mucho tiempo, recursos y esfuerzos.

Si quieren más consejos como este, hagan como nosotros y sigan a Sofía en su cuenta de Instagram. ¡De nada!

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