Enseñando Comunicación

Verónica de Miguel
El arte de enseñar
2 min readAug 2, 2017

Desde que nacemos nos comunicamos, primero con nuestros padres, luego con nuestros hermanos y familiares más cercanos. Para hacernos entender y/o conseguir aquello que anhelamos; lloramos, emitimos sonidos y hacemos gestos desde que somos bebés.

Más tarde, en la escuela, utilizamos todo tipo de estrategias para llamar la atención de profesores y compañeros y vamos desarrollando infinidad de estrategias de juego, de convivencia y de persuasión, basadas en la comunicación.

Sin darnos cuenta, a medida que vamos creciendo, utilizamos la comunicación al servicio de nuestros intereses, nuestras necesidades y nuestras inquietudes.

Mientras que el resto de contenidos que se enseñan en el colegio se seguirán utilizando en mayor o menor medida, dependiendo de los gustos personales o la carrera profesional que escoja cada quien, la comunicación nos acompañará, siempre, a lo largo de toda nuestra vida.

Parémonos por un momento y analicemos la sociedad actual. Si lo hacemos, llegaremos a la conclusión de que no se están haciendo las cosas de la manera correcta; hay muchos jóvenes que escriben con faltas de ortografía, que no saben expresarse adecuadamente o que poseen un vocabulario muy reducido, y son incapaces de estructurar sus ideas y hacérselas llegar a los demás.

Por este motivo deberíamos analizar si estamos atribuyendo a la comunicación la importancia que se merece en las aulas, y preguntarnos de qué manera podemos enseñar comunicación a nuestros alumnos.

Estamos enseñando comunicación cuando enseñamos a los niños a escribir, cuando les enseñamos a leer, cuando les enseñamos a expresarse oralmente y por escrito, cuando les enseñamos otras lenguas, cuando les hablamos, cuando les enseñamos a comprender e interpretar lo que otros expresan, cuando les enseñamos a escuchar a los demás y a interactuar.

Pongamos a disposición de los alumnos todas las herramientas de comunicación, enseñémosles a construir las oraciones adecuadamente y démosles la ocasión de crear producciones escritas, más allá de la típica “redacción sobre el verano”, animémosles a hablar en público, etc.

No nos centremos solo en las transcripciones o los dictados. Es importante que los niños descubran que pueden utilizar el lenguaje para “crear”; inventar cuentos, contar historias y relacionarse, esto sí enriquecerá su vida.

Lee la versión en inglés.

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Verónica de Miguel
El arte de enseñar

Maestra de vocación y Comunicadora, especializada en Account Management, PR y eventos.