La clasificación de las marcas según su propósito

Paco Martínez
El blog de las marcas
3 min readDec 18, 2015

Las marcas son como las personas. Sus actos son los que las definen, y no sus creencias o mensajes. Por eso, cuando una marca desea posicionarse en la mente de los usuarios debe hacerlo a través de una estrategia de branding corporativo sólida. Y, sobre todo, mediante un conjunto de acciones que inspiren emociones positivas a los usuarios.

Las tendencias en los nombres de marcas en la actualidad han potenciado ese concepto emocional de las marcas, ya que son conscientes de la necesidad de valerse del branding para dirigirse a un público objetivo concreto. Ahora bien, los productos y marcas se pueden clasificar de diferente forma dependiendo el aspecto que más se destaque de ellos.

Son, por norma general, tres aspectos los que destacan a la hora de clasificar una marca:

1. Según el modelo de negocio: son aquellas marcas que se diferencian del resto gracias al modelo de negocio que han creado. Sus productos o servicios son valorados por los consumidores porque, además de tener elementos de branding corporativo distintivos, aportan un valor añadido al mercado. Son, en definitiva, difíciles de igualar ya sea por su precio, calidad o diseño. Ejemplos los podemos encontrar en Ikea o Inditex, ejemplos de este tipo de marcas.

2. Según la identidad visual y verbal: en ocasiones hay marcas que no destacan por el producto que ofrecen a los usuarios, pero destacan de la competencia por utilizar un lenguaje y un mensaje distinto. Esa forma de enfocar un servicio o producto está estrictamente ligada con el branding corporativo, y responde a las nuevas tendencias en los nombres de marcas que se utilizan actualmente. Nombres, como por ejemplo, Yoigo, que se diferencian por un naming totalmente original y por utilizar una identidad verbal distinta al que las demás compañías telefónicas nos tienen acostumbrados.

3. Por la activación: como hemos dicho anteriormente, las marcas se distinguen de unas a otras gracias a la personalidad y emociones que infunden en los usuarios. Por eso, las marcas que basan su estrategia de branding corporativo en generar un sentimiento de exclusividad y diferenciación suelen tener un componente extra de éxito comercial. Abercrombie, por ejemplo, basaba su modelo de negocio en vender exclusivamente sus prendas de vestir solo en EEUU. Con lo cual, quien llevase su marca iba anunciando al mundo entero que había cruzado el charco solo para comprar esa prenda. Generaba, por tanto, un sentimiento de exclusividad, al igual que las marcas de lujo generan ese mismo intangible por los precios prohibitivos que tienen para el común de los mortales.

La planificación de una estrategia de branding corporativo es importante para posicionarse como marca, pero también lo son otros aspectos de esa misma disciplina. Las tendencias en los nombres de marcas, por ejemplo, han cambiado y han acentuado esa necesidad de diferenciación de las marcas actuales para ser más competitivas y posicionarse mejor en la mente de los usuarios.

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Paco Martínez
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Apasionado del branding y la tecnología. Si me sigues, descubrirás las últimas novedades de ambos sectores.