La importancia del branding en las marcas turísticas

El turismo forma parte de uno de los negocios que mayor riqueza generan. Como consecuencia de esto, los países, ciudades y pequeños pueblos compiten entre ellos para atraer la mayor cantidad posible de visitantes hacia su sitio de destino. La elevada competencia ha obligado a desarrollar nuevas estrategias de branding para desarrollar marcas turísticas. Sin embargo, lo que muchos países aún no saben es que una ciudad puede ser el mayor atractivo de una marca y para ello es necesario inspirar y transmitir. Y es que, ¿quién no conoce la marca Barcelona y los valores de vanguardismo que transmite?

Construir marcas turísticas

Las marcas turísticas hacen referencia a la reputación que puede tener un país o ciudad y a la percepción que genera entre el público. Además, tiene un impacto fundamental en la predisposición de las personas con respecto a lo que este lugar dice, hace o propone, y se convierte en un elemento clave a la hora de tomar decisiones. Sin duda alguna, ser capaz de convertir tu país, ciudad o pueblo en marcas turísticas supondrá una gran ventaja competitiva y un aumento de beneficios. Pero, ¿Cómo podemos incorporar el branding turístico en nuestro destino?

Para elaborar marcas turísticas y realizar una buena estrategia de branding turístico tenemos que tener en cuenta diferentes factores.

En primer lugar, es importante definir los valores, la misión y visión de nuestra marca y su naming. Cada destino tiene su esencia, por ello, es importante que al crear una marca se sepan potenciar aquellos valores que harán al destino único y especial. Sevilla, por ejemplo, gracias al orgullo de pertenencia de sus habitantes ha logrado transmitir el placer que supone vivir en su tierra destacando valores como el clima, la gastronomía o el arte.

Por otra parte, el tratamiento y la focalización de los aspectos diferenciadores deben estar siempre presentes en la agenda política. Es decir, para desarrollar marcas turísticas es importante tener el apoyo de los representantes del gobierno o responsables de cultura. Un ejemplo lo encontramos en Nueva York donde el ex alcalde Rudolph Giuliani consiguió transformar la imagen de una ciudad peligrosa, en una de las ciudades más deseadas.

Si tu pueblo o ciudad dispone de un personaje mundialmente conocido estas de suerte, ya que seguramente sea el mejor embajador de marca que puedas tener. Como el propio jugador del Barça Andrés Iniesta se ha encargado de recordarnos, nació en Fuentealbilla, un pequeño municipio de Albacete. Y hasta el momento no existe mejor representante de su pueblo natal que él.

Por último, las marcas turísticas tienen que ser capaces de construir aquellos elementos que les aporten una identidad diferenciada. Además, es importante hacer frente a las nuevas demandas del mundo tecnológico y globalizado. Sin duda alguna, desarrollar una imagen de marca sólida no es sencillo pero si lo consigues, se convertirá en uno de los activos más preciados.