La viejecita del pañuelo
y la regresión a la media

Desmontando el «a mí me funciona»

Guillermo Peris
El blog de Melquíades

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Cuando yo era pequeño (tendría entre 6 y 8 años) sufría con frecuencia lo que entonces llamábamos parada de estómago y que equivaldría a un empacho o dismotilidad intestinal. Dicho de otra forma, me pasaba días sin ir al baño. Para solucionar este problema, mi madre solía llevarme a casa de una viejecita que realizaba un ritual con un pañuelo. Este remedio popular se conoce con la expresión valenciana «trencar l’enfit» (romper el empacho) o «passar la cinta» (pasar el pañuelo).

“Abuela”, de Juan Cordero Ruíz (1949).

Esta práctica, que podríamos pensar ya desterrada en el siglo XXI, aún persiste en muchos pueblos de la Comunidad Valenciana, como lo puso en evidencia un estudio realizado en 2002. Para explicar en qué consiste este ritual, copio a continuación un fragmento del artículo en que se publicó este estudio:

Artículo de periódico donde se explica que el jueves santo es el único día en que debe transmitirse la oración secreta para «trencar l’enfit». Imagen tomada de este enlace.

El enfit o empacho es una dolencia típica de la medicina popular valenciana que se caracteriza por pesadez digestiva, estreñimiento, flatulencia, acidez y, en ocasiones, malestar general e incluso náuseas, con o sin vómitos. Como factor desencadenante se suele señalar la ingesta alimentaria excesiva o en estado de ansiedad. La enfermedad se considera provocada por una detención de los alimentos en el tracto digestivo que conviene romper (trencar) para restaurar el tránsito. Este ritual (romper el empacho), conocido también como medir o passar la llista o cinta , lo lleva a cabo una persona experta (habitualmente mujer) que mide el nivel del enfit con la ayuda de un pañuelo o cinta. Para realizar la medición, el paciente sujeta un extremo del pañuelo grande o cinta a la altura del estómago y la medidora , situada en el extremo opuesto, mide 3 veces la distancia a codos, al tiempo que se persigna y reza una oración secreta en voz baja. Esta oración sólo puede ser transmitida en día sagrado, normalmente Jueves o Viernes Santo. Si en la primera medición la mano de la medidora llega a una altura superior al estómago, queda establecido el diagnóstico. En este caso, se continuará midiendo 3 veces durante 3 días consecutivos hasta resolver la dolencia, lo que ocurre cuando la medición alcanza de nuevo el punto donde el paciente sostiene el pañuelo .

Si te interesa conocer algunas de estas oraciones secretas, puedes encontrar algunas en este enlace. Como detalles curiosos, comentar que esta tradición la realizan prácticamente en su totalidad mujeres (96%) y que fue exportada a América Latina en los siglos XIX y XX por emigrantes valencianos. En el siguiente vídeo puedes ver cómo se realiza este ritual.

Un dato curioso del estudio antes citado es que un 75% de las personas entrevistadas creían que el método les había dado un buen resultado, curando su empacho. ¿Cómo es posible que haya tanta gente que piense que un ritual mágico funciona? Entre otros factores (como el efecto placebo) debido a la regresión a la media.

Todo lo que sube, baja

La regresión a la media vendría a ser (matemáticos, tápense los oídos) la expresión formal del conocido dicho de todo lo que sube, baja. Y es que es esa precisamente la evolución que tienen un gran número de enfermedades: empiezan con unas molestias leves que van aumentando con el tiempo hasta alcanzar un máximo y después desaparecen poco a poco. Tal y como escribe Ben Goldacre en su gran libro “Mala ciencia” (que te aconsejo leer encarecidamente):

Digamos, por ejemplo, que alguien de ustedes tiene un dolor de espalda. Éste va y viene. La persona tiene días mejores y días peores, semanas buenas y semanas malas. Cuando está en su peor momento, significa que está a punto de mejorar, porque así funcionan las cosas con ese dolor de espalda.

Esto ocurre así con muchas enfermedades. Fíjate en la siguiente gráfica, en la que se muestra la evolución media de diversos síntomas de un catarro a medida que pasan los días. En este caso los peores días serían el segundo y el tercero, excepto para la tos que alcanzó su máximo el quinto día (los días pueden variar según diversas variables, como la cepa del virus) .

Imagen tomada de este enlace.

Y es en estos malos momentos, en el pico de la enfermedad, cuando buscamos remedios que nos alivien, muchas veces tratamientos no avalados por la ciencia (como la homeopatía). Nos tomamos el tratamiento y como empezamos a mejorar (porque llega de forma natural la bajada de la enfermedad) atribuimos nuestra mejora a la toma del remedio mágico.

Esta es la causa de que mucha gente piense que el ritual de «trencar l’enfit» soluciona su problema de indigestión. Quizás si hubieran esperado un día más, se hubiera solucionado por sí solo.

«A mí me funciona»

Otro ejemplo de la regresión a la media ocurre cuando una enfermedad está durando más de lo habitual y, desesperados, acudimos a pseudoterapias para curarla. Dejadme que explique esto con un ejemplo.

Supongamos que tenemos un grupo de alumnos en una clase que sabemos que tiene una media de altura de 1.73 cm. Esto significa que, aunque haya un cierto número de alumnos con una altura alrededor de este valor, habrá alumnos mucho más altos y mucho más bajos.

Imagina ahora que queremos calcular de nuevo la media y hacemos salir a los alumnos del aula uno a uno, midiéndolos y apuntando su altura. Si el primer alumno que sale mide 1.93 cm puede que pensemos: «¡Parece que nos va a salir una media alta!» Pero a medida que vayamos anotando el resto de alturas, el valor de la media iré disminuyendo hasta situarse en su valor real, 1.73 cm.

Esta idea la podemos aplicar a la duración de una enfermedad. Por ejemplo, un catarro dura de media unos 5–7 días, aunque depende de diversas variables como el tipo de virus implicado (hay cientos de virus distintos que causan un resfriado). Pero hay casos en los que el catarro puede extenderse hasta dos semanas. En esos casos no es difícil imaginarse una conversación como ésta.

Sí, he utilizado Comic Sans, ¿y?

Puede que en este caso el enfermo esté sufriendo un catarro con una fase clínica de mayor duración de la habitual, con una duración de los síntomas muy por encima de la media. ¿Qué pasa si nuestro amigo le hace caso a Shin-Chan y en el siguiente catarro toma el remedio X al empezar a notar los síntomas? Pues probablemente algo como esto.

¿Qué ha pasado? ¿Ha funcionado el remedio mágico X? No. Lo más probable es que el virus responsable del nuevo catarro tenga un periodo de síntomas menor, de forma que la duración de la enfermedad regrese a su valor medio. Pero aún así, nuestro amigo se habrá convencido de que X funciona y a partir de este momento se pasará la vida gastando su dinero en remedios X inútiles, cuando no era más que una cuestión estadística.

Si te ha parecido interesante esta divagación sobre la regresión a la media y su relación con el «a mí me funciona» te aconsejo que leas este artículo publicado en Naukas.

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Referencias

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Guillermo Peris
El blog de Melquíades

Aprendiendo a divulgar ciencia y desmontar pseudociencias. A veces escribo cuentos. Y a veces bailo. Cientifista (eso me dicen).