Por qué decidimos certificar como Empresa B
¡Celebramos el mes de las Empresas B en todo el mundo!
Hace ya varios años en marzo se conmemora a las Empresas B Certificadas en todo el Mundo, y ¡NAUTA es una de ellas! Desde que certificamos en el 2020 nos sumamos a esta celebración para contar a nuestros colaboradores, clientes, socios y demás grupos de interés cómo y por qué hemos tomado este camino del triple impacto.
Formar parte de este movimiento internacional nos permite colaborar y compartir con otras empresas que comparten valores y compromisos que como NAUTA forma parte de nuestra identidad desde que empezamos. “Cuando nos enteramos sobre las Empresas B, internamente dijimos: Nosotros somos una Empresa B de corazón, desde la raíz y el alma, porque siempre nos importó el triple impacto”, comenta Josefina Bauer, directora de NAUTA.
Estas empresas, además de buscar ser rentables y operar como cualquier otra, también les importa cuidar a su gente, a sus clientes, al medio ambiente y a la comunidad en la que operan. “La certificación B nos permitió documentar, validar y mejorar constantemente las acciones que ya veníamos haciendo”.
Además, Josefina agrega que las prácticas con los colaboradores y cómo aportan indirectamente al impacto de sus clientes son dos de los aspectos que más les llena de orgullo. Asimismo, la empresa también tiene un gran compromiso con los programas de voluntariado, donando horas de servicio y acciones comunitarias a distintas causas hace varios años.
Compromiso social:
“Desde el principio tomamos la decisión de trabajar sin lucro para algunas fundaciones, como Teletón o Techo Paraguay, aportando con estudios e investigaciones para que estas organizaciones puedan contar con data real y precisa para así tomar mejores decisiones en su día a día”, comenta Josefina.
En los últimos años, tanto Josefina Bauer como Verónica Araujo, nuestras dos directoras y fundadoras, han dedicado una gran cantidad horas de trabajo y conocimientos a la construcción y fortalecimiento de varias iniciativas civiles y organizaciones sin fines de lucro; como Sistema B Paraguay, donde Josefina actualmente es presidenta del Directorio, o ASEPY, donde ambas son fundadoras y Vero actualmente también forma parte de su directorio.
“Estas son muchas horas de inversión que asumimos con el compromiso de aportar a un país mejor, desde el lugar que nos toca y con los conocimientos que tenemos”, afirma Josefina.
El compromiso de mejora continua
La Certificación de Empresas B no es sólo un sello de calidad; es un compromiso de mejora continua y la representación de un movimiento global de empresas que van más allá de lo habitual para dejar su huella en el mundo.
“Cuando certificamos por primera vez, comentamos la noticia y explicamos el proceso a nuestros colaboradores y fue un sentimiento de alegría compartida. Ahora estamos pensando en nuestra recertificación y tenemos el compromiso de aumentar nuestro puntaje para ser una mejor empresa de lo que fuimos 3 años atras”.
El desafío actual es que en la recertificación, además de las buenas prácticas internas de la empresa, se puedan incorporar modelos de negocio con impacto, para así aportar al cambio desde el core de la empresa.
“Esta certificación busca ir más allá del marketing, porque las acciones y las buenas prácticas se miden con documentaciones y procesos para verificar que realmente son certeras, involucrando a toda la empresa en el proceso. De esta manera, los beneficios más importantes son para los colaboradores y los clientes, entonces te obliga a estar en un proceso de mejora contínua”, agrega.
Este mes es una invitación a todas las empresas de nuestro país y del mundo a medir el impacto de sus operaciones y sus prácticas, para así tomar acciones que sean más responsables con las personas y el ambiente. Así que te invitamos a formar parte de este movimiento, como empresa o como ciudadano, porque todos podemos ir más allá para transformar el sistema económico hacia uno más resiliente, justo y equitativo para todos.
