‘Agente Ricitos’, de El Hematocrítico
¿A que todos imagináis a Ricitos de Oro como a una niña frágil y asustadiza? Pues os equivocáis…
Esta fabulosa historia comienza como el clásico cuento de Ricitos de Oro y los tres osos, donde la niña entra en la casa de los osos, se come su sopa, rompe la silla del más pequeño y se queda dormida en una de las camas. Pero es aquí donde termina toda similitud. Cuando Ricitos despierta tiene, a centímetros de su rostro, a los tres osos con cara de enfado absoluto, pero la niña no se amedrenta y les planta cara. Resulta que ella ha entrado en la casa porque la puerta estaba abierta (cualquiera podría haberse colado entonces) y porque olía a quemado (la sopa en el fuego con un trapo cerca y ¡en una casa de madera!). También se queja de que las camas son una porquería (estos osos no sé cómo no se han reventado la espalda) y la silla pequeña que se ha roto, imagina que se rompe cuando el osito está sentado en ella, pues fijo que se rompe la crisma. Ya nos queda claro que Ricitos no es una niña normal, y desde la casa de los tres osos continúa su paseo por el bosque desbaratando los planes de la Madrastra Malvada (y echándoles la bronca a los enanitos por tener a Blancanieves de chacha), salvando a Hansel y Gretel de ser devorados por la bruja del bosque, y rescatando a los niños que el Flautista de Hamelín se llevaba de «excursión a un desfiladero». Y es que con Ricitos el chollo de los malos se ha acabado. Casas con puertas abiertas, árboles donde subir a cotillear o sitios donde curiosear, allí estará Agente Ricitos dispuesta a proteger a los habitantes del bosque.
Agente Ricitos es un cuento muy entretenido que recoge los clásicos más conocidos por los niños y los desmonta en clave de humor. El Hematocrítico ha conseguido una obra de arte muy divertida que encantará a niños y a adultos. Y si a una divertida historia le sumamos las geniales ilustraciones de Alberto Vázquez (soy muy fan del peinado de Ricitos), conseguimos como resultado un imprescindible para aquellos que no se conforman con los finales típicos de toda la vida. Precioso ejercicio de imaginación y humor.
Agente Ricitos. El Hematocrítico. Ilustraciones de Alberto Vázquez. Anaya Infantil y Juvenil. España, 2016. 56 páginas. 12 euros. Comprarlo en Amazon.
