‘Canción dulce’, de Leila Slimani

El libro nos lleva a través del cruel laberinto de la demencia, con un estilo aterrador en su sencillez. Espléndida autora y traducción.

Galatea
El Buscalibros
2 min readOct 9, 2017

--

L a joven escritora franco-marroquí Leila Slimani ha obtenido con su segunda novela, Canción dulce, el premio Goncourt 2016.

Para abrir boca e iniciar la lectura del libro ya nos bastaría con el aval del máximo galardón de las Letras Francesas, pero al tratarse de una obra escrita en lengua extranjera, no pocos lectores, entre los que me incluyo, recelarían de su traducción y se decantarían por el original francés. Puedo prometer y prometo que la traducción es fidedigna, impecable y bellísima, como lo es el original en sí mismo. Malika Embarek, traductora especializada en autores magrebíes, ha sido la responsable de que podamos disfrutar con todos sus matices de este libro imprescindible.

Aunque se ha señalado que en la novela se tratan temas de diversa índole (racismo, crítica social, prejuicios de clase, etc.), por mi parte prefiero centrarme en el leit-motiv de la misma, en torno al cual se orquestan estas otras diferentes lecturas.

La autora confiesa que su relato se llama Canción dulce porque utiliza el engañoso tono apacible de las historias infantiles, aunque detrás del mismo haya mucho dolor. Y terror. ¡Cuánto miedo han destilado en nuestra infancia libros que ya son clásicos de la literatura infantil!

La genialidad de la autora consiste en mantener este ambiente de thriller a lo largo de toda la novela. Desde las primeras y atroces páginas, el lector, ya imbuido de su condición de detective, va descubriendo la implacable cronología que conduce al horror.

Con un lenguaje sobrio, tan preciso como un escalpelo y sencillísimo en su utilización adjetival, la narración nos va envolviendo, a través de pequeños toques insidiosos, en el clima oscuro y malsano que se desprende de la historia de la niñera. Ni siquiera en los fragmentos más luminosos, como las vacaciones en Grecia, la escritora nos permite escapar de ese gélido descenso a los infiernos de la locura.

Disfruten de esta magnífica novela, de esta pequeña obra de arte en la que no sobra ni falta ni una letra.

Pero intenten mantener distancia con el relato. Si son capaces.

Canción dulce. Leila Slimani. Traducción de Malike Embarek. Cabaret Voltaire. Madrid, 2017. 288 páginas. 18,95 euros. Comprarlo en Amazon.

--

--