‘Carta de una desconocida’, de Stefan Zweig
Una mujer escribe una larga carta al hombre del que ha estado enamorada toda su vida, con la advertencia de que solo la podrá leer si ella ha muerto. En la carta, la mujer le cuenta su vida y cómo le ha amado en silencio.
Leí este librito casi por casualidad, puesto que vino a reemplazar a otro que tenía previsto leer dentro de una serie de lecturas programadas y que fue descartado colectivamente ante el temor de tener que enfrentarnos a un pestiño. Y luego lo leí en medio de otra lectura, esta vez de un libro que fue un aburrimiento confirmado. Así es que esta Carta de una desconocida es como un remedio ante el tedio, previsto o real, pero en todo caso, un buen remedio.
Zweig es una garantía, siempre. Se trata de un escritor ameno, elegante, que te atrapa tanto si te cuenta una biografía como en las novelas y en los relatos, tanto si narra sus memorias como en un ensayo. Tiene esa capacidad, no muy corriente, de tratar al lector con respeto, de no marearle con artificios, de contarle las cosas con sencillez, pero sin descuidar la estética y sin olvidar el compromiso literario. Sus historias siempre contienen una reflexión previa, o al menos esa es mi sensación, porque los personajes y los relatos tienen un carácter marcado, observado, y se advierte un cierto gusto por el retrato psicológico.
Carta de una desconocida cuenta, en poco menos de sesenta páginas, la historia de una mujer enamorada de un escritor, casi obsesiva, que guarda una extraordinaria fidelidad a su amado en secreto, en la sombra, en silencio, sin dejarse ver ni manifestarle su amor cuando aún puede, que es mientras está viva. Solo cuando sabe que va a morir, le escribe una larga carta en la que le advierte que solo la leerá si ella, finalmente, ha muerto. Y en esa carta, ella le confiesa su amor y sus encuentros a lo largo de la vida. «Solo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez…», pero, en realidad, solo es ella la que habla. En silencio, escondiéndose, ha amado al escritor desde que era una niña. Su silencio solo puede interpretarse como un acto de generosidad, una mezcla de inseguridad y de fascinación, la voluntad de no perturbarle para que él pueda continuar siendo como siempre ha sido, para que él no cambie «su vida luminosa» y no rompa el hechizo que la ha enamorado a lo largo de toda su vida. Para no hacerle daño con su ausencia, ni con su abandono ni con su muerte.
Carta de una desconocida es una larguísima carta de amor, y es también el resumen de una vida. Pero es también un libro muy interesante. Léanlo si se lo encuentran.
Carta de una desconocida. Stefan Zweig. Traducción de Berta Conill. Acantilado. Barcelona, 2013. 72 páginas. 12 euros. Comprarlo en Amazon.