‘Cuando el diseño es un arte’, de Susie Hodge

Un breve repaso al apasionante mundo del diseño de un modo ameno y didáctico.

Blanco Humano
El Buscalibros
3 min readDec 19, 2017

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Hubo un tiempo en el que el diseño estaba de moda en la España posmoderna que abandonaba el paletismo de la dictadura. Esta moda — como todas — acabó con el hastío de la gente de la calle. «De diseño» significaba caro, raro, incómodo, artificial, poco práctico. A pesar de ello, casi sin darnos cuenta, el diseño entró a formar parte de nuestras vidas. Actualmente vemos concursos de cocineros haciendo platos de vanguardia en la tele en prime time sin que el espectador medio levante una ceja. Esa es la misma gente que hace unos años hacía chistes sobre «esos restaurantes modernos que cuando sales tienes más hambre que cuando entraste». Ahora vivimos rodeados de diseño en todos los aspectos de nuestra vida, desde los blogs de tendencias hasta las aplicaciones para el móvil.

Y, sin embargo, la gran masa sigue sin entender lo que es el diseño o cuáles son sus fundamentos. Este pequeño manual permite a los profanos hacer un recorrido por algunas de las obras fundamentales del diseño de un modo ameno y didáctico. Agrupadas en diez categorías (belleza, individualidad, forma, función, expresión, movimiento, impacto, comodidad, comunicación y armonía) nos encontramos un montón de obras, muchas de ellas sorprendentes, algunas obvias e incluso algunas que conocíamos sobradamente, pero en las que no habíamos reparado. A modo de ficha, se nos expone una pequeña reseña de la obra acompañada de una imagen grande y otra de detalle, así como una breve explicación de su contexto, descripción de los materiales que la forman, una cita de su autor y algunos ejemplos de diseños relacionados. Al final del libro encontraremos también unas breves biografías de cada diseñador por orden alfabético, una cronología de las obras y un índice alfabético para su consulta.

En este pequeño volumen encontraremos ochenta obras de diversos tipos, desde el maravilloso Jarrón Pegaso a la conocidísima Silla Barcelona, pasando por iconos del diseño como la Fender Stratocaster (quizá la guitarra más bella jamás diseñada), el Mapa del Metro de Londres o el Cubo de Rubik. Nos sorprenderemos al encontrar humildes ejemplos de diseño como el imperdible, la vajilla azafrán o los Oxford semibrogues (un diseño de zapato para todo uso que todavía se puede encontrar en zapaterías). La selección es, como todas, opinable y, por tanto, puede ser discutible alguna inclusión o alguna ausencia, pero en su conjunto logra perfectamente su misión de dar una vista general de la historia del diseño. Obviamente podemos encontrar en las librerías un montón de volúmenes dedicados a este tema mucho más completos o profundos, pero posiblemente dejen de ser interesantes para el lector casual.

De la autora, Susie Hodge, responsable también del maravilloso Why Your Five Year Old Could Not Have Don That: Modern Art Explained, solo puedo decir que es capaz de hacer un ejercicio de concisión en una materia que, obviamente, domina y que, en lugar de hacer un sesudo análisis, prefiere realizar una obra contenida que esté al alcance de todo el mundo. Esta puede ser una maravillosa puerta de entrada al mundo del diseño que comience la búsqueda de obras de mayor calado o quedarse como una visión general para el lector que se dé por satisfecho.

Cuando el diseño es un arte. Susie Hodge. Traducción de Antonio Lozano Sagrera. Lunwerg. Barcelona, 2015. 224 páginas. 11,90 euros. Comprarlo en Amazon.El Buscalibros es un proyecto comprometido con la difusión de la literatura. Nuestro objetivo es crear un santuario online para lectores, sin publicidad y sin barreras, gratuito para todos. Pero no podemos hacerlo sin ti. Cada vez que pinchas en alguno de los enlaces de compra en Amazon (como este), y compras cualquier producto en su plataforma (sea un libro o no), recibimos una pequeña comisión que nos ayuda a poder mantener activa la web.

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Blanco Humano
El Buscalibros

Esta sección está pendiente actualización. Poco a poco, ¿vale? Sólo soy una persona, jó. Yo es que me indigno...