La última estación

Fran Rodríguez
El Buscalibros
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2 min readJun 11, 2015

Habéis reservado mesa en un restaurante francés bastante caro. Es vuestro aniversario. Ana está terminándose de arreglar en el dormitorio y tú la esperas ansioso en la entrada. Llevas todo el día sin poder dejar de pensar en Laura. Le mandas un mensaje diciéndole que te gustaría pasar con ella la noche en vez de con Ana, te miras en el espejo y te llamas capullo.

Salís a la calle. Es otoño y el viento sopla con fuerza. Sin dejar de pensar en tu último encuentro con Laura, agarras a Ana de la mano. Llegáis al restaurante y el maître os indica cuál es vuestra mesa. Os sentáis, pedís la cena y un camarero os sirve una botella de cava. Cogéis vuestras copas y brindáis.

— ¿Qué tal va el curro?, te pregunta Ana.

— Pues igual, le respondes, clavando los ojos en su plato vacío.

— Han llamado tus padres. Van a venir a cenar, te dice mientras se lleva una copa a la boca.

Levantas la mirada, la observas y, por primera vez, admites la realidad: vuestra relación ha fracasado, habéis llegado a un punto muerto.

— Estás muy guapa, le dices.

— Tú también, pero más calvo. Sonríe, lleva su pie derecho a tu entrepierna y te desafía con la mirada.

Os levantáis y os dirigís al lavabo. Te besa con fuerza y te desabrocha el pantalón. Mientras te cuelas en su interior, te asaltan los recuerdos de las excursiones que hacíais por los baños de bares y hoteles baratos seis años atrás. Era divertido. Ana eleva la voz y la besas para taparle la boca, intentando ahogar sus gritos. Es inútil. El maître del restaurante os sorprende y, muy enfadado, os pide que os vayáis. Muertos de risa y de vergüenza, salís disparados hacia la calle.

Hace frío y estáis hambrientos. Abrazas a Ana por la espalda y os encamináis a la hamburguesería de la esquina. Entre risas, pedís dos hamburguesas para llevar. Salís del local y os dirigís al parque que hay enfrente. Os tumbáis en el césped y cenáis. Saciado el hambre, os abrazáis y empezáis a charlar hasta que Ana se queda dormida. En las últimas horas habéis hablado más de lo que lo habéis hecho en el último año y medio. Amanece. Ana se despierta acurrucada en tu pecho. Se queda mirándote. Le sonríes. Te acercas a su oreja y le susurras que ha sido un placer quererla. Lo mismo digo, señor, te responde. Te levantas, le tiendes la mano y se pone en pie. Os miráis en silencio. No hay rencor. Se atusa el pelo y pide un taxi. Tú te subes a un autobús. No os volveréis a ver.

Relato inspirado en la canción La última estación, de Rafa Pons.

Publicado originalmente en fran-rodriguez.es el 11 de junio de 2015.

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Fran Rodríguez
El Buscalibros

Soy Community Manager y creador de contenidos digitales. También escribo relatos y administro @elbuscalibros.