La amiga de tu novia
El camino de las suposiciones te ha dejado con un gran dilema. ¿Qué vas a hacer ahora?
O s conocéis desde hace solo un par de meses, pero ha conseguido poner tu vida del revés. Al principio ni siquiera te resultaba atractiva… demasiado alta y demasiado delgada. Tampoco te resultaba especialmente interesante. Cuando tu novia te hablaba de ella, a menudo la tachabas de ser frívola, superficial y algo neurótica. Sin embargo ahora, dos meses después de aquellas suposiciones, estarías dispuesto a encerrarte en una jaula con un león hambriento si de ello dependiese que pudieses seguir besando y abrazando a la neurótica frívola y superficial.
Los encuentros con la amiga de tu novia han sido escasos, rápidos y furtivos. A escondidas, siempre a escondidas. Cruzáis mensajes a diario, quedáis, folláis y os largáis, cada uno por su lado, sin tener muy claro cuándo será la próxima vez que os volváis a ver.
Horas después de tu último encuentro con ella, llegas a casa. Tu novia y su amiga están mirando las fotografías de su último trabajo. Tu novia te cuenta que su amiga se queda a cenar. Sonríes como muestra de aprobación, besas a tu novia y saludas a su amiga. No te gusta estar con las dos en la misma habitación, te pone nervioso. Te escabulles a la cocina, abres la nevera y coges una cerveza. Inmediatamente, la amiga de tu novia te va a buscar y se acerca sigilosa por detrás. Te susurra algo al oído y te giras sobresaltado. Te tapa la boca con la mano y le muerdes los dedos. Os besáis con fiereza. Te roba la cerveza mientras te desafía con la mirada. Vuelve al salón y tú te quedas pasmado, el miedo te impide moverte y pensar.
