‘La magia del orden’, de Marie Kondo

¿Quieres tener la casa ordenada? Tira todo lo que no necesites y el resto ponlo en su sitio cuando termines de usarlo. Son quince euros.

Dra Silvi
El Buscalibros
5 min readJun 27, 2017

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Y o soy desordenada por naturaleza. Pero, además, me gusta mi desorden, no me siento lo más mínimo avergonzada de él. Mi madre siempre lo ha llevado mal, y aún ahora intenta ordenar lo que puede cuando está de visita. Sigue sin darse cuenta de que lo que ella llama ordenar, para mí es guardar mis cosas en sitios en los que no volveré a encontrarlas. Y sigue sin entender que no me importe la opinión de los demás sobre mi vida y mi casa, que no necesito de su aprobación para ser feliz.

Con esa introducción os estaréis preguntando que qué hago yo leyendo un libro como este. Eso mismo me he preguntado yo multitud de veces a lo largo de la lectura. La culpa es doble. Primero porque demasiada gente lo está recomendando. Incluso a mí me lo han intentado vender como algo que revolucionará mi vida. Como si mi vida necesitara revolucionarse, con lo que me gusta. Y segundo, porque Fran Rodríguez me ha pedido que, por favor, compruebe si es cierto lo que tantos millones de personas están diciendo sobre la autora.

Así que me propuse leer el libro. Entero. Con sus doscientas páginas. E insospechadamente lo he logrado, pero no por la razón que la mayoría estaréis pensando. Ha sido por simple curiosidad para ver hasta dónde llega la locura de esa mujer. Os cuento.

Marie Kondo es una mujer mentalmente perturbada. Presenta un cuadro de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) muy claro. Con el agravante de iniciarse desde la tierna infancia. ¿Qué otra explicación le encontráis a que una niña se dedique a ordenar su habitación de forma obsesiva y descontrolada? Cada tarde, al volver del colegio. No contenta con ello, pronto evoluciona al resto de la casa, ordenando las habitaciones de sus hermanos, sus padres, baños, salón… incluso la escuela. Llega un momento en el que empieza a tirar las pertenencias de los demás miembros de la familia a la basura sin su consentimiento. Simplemente porque le obsesiona que estén en un armario sin ser utilizadas en semanas o meses. ¿Qué clase de niña dedica todo su tiempo libre a limpiar y ordenar en lugar de jugar?

Además, habla con las casas y las pertenencias, les pide permiso para moverlas o utilizarlas. Les da las gracias.

«Y le digo a mi casa: ‘¡Yá llegué!’. Después de recoger el par de zapatos que usé ayer y dejé en el recibidor, digo: ‘Muchas gracias por trabajar tan duro’».

Les otorga sentimientos y reacciones.

«Los calcetines suspirarán de alivio al verse desatados…».

E incluso oye voces en su cabeza y reconoce tener más amor por sus cosas y su casa que por las personas. Y lo peor de todo, pretende convencernos de que si hacemos lo mismo que ella seremos más felices y encontraremos el equilibrio en nuestra vida.

«Abre el cajón y recorre las prendas con tus manos. Déjales saber que te preocupas y estás ansioso por usarlas…».

Claro que sí, guapi.

Todo lo anterior no lo he deducido yo, lo reconoce ella abiertamente a lo largo del libro. Y lo repite. Una y otra vez. Hasta la saciedad. Creo que ese ha sido mi mayor problema a la hora de continuar la lectura. Me desespera tener que leer lo mismo diez o veinte veces y las treinta primeras páginas se dedica únicamente a repetir lo maravilloso que es su método. Puede que considere que sus lectores no son lo suficientemente inteligentes como para comprender el concepto a la primera.

Entonces, ¿el libro es totalmente inútil? No, inútil no, pero en realidad no dice nada que no se haya dicho ya antes. Todo su libro se puede resumir en dos o tres puntos principales:

1. Deshazte de prácticamente todas tus pertenencias personales. Teniendo en cuenta que me he cambiado de país dos veces ya, yo eso lo llevo bien. Si no me cabe en dos maletas, no lo necesito. Pero esto no es nada nuevo, una de las principales críticas al capitalismo es que nos enfocamos en comprar y comprar cada vez más cosas materiales. Y si buscáis cualquier libro o blog que hable de cómo ser más feliz, un tema muy recurrente es que dejes de invertir en posesiones e inviertas en experiencias. Un ejemplo de libro malo, repetitivo y que ya decía esto mismo hace más de veinte años: Dios vuelve en una Harley.

2. Cuando te quede solo una cuarta parte de tus pertenencias, busca un sitio para cada una de ellas y cada vez que la uses, devuélvela a su sitio. Y lo vende como un método totalmente novedoso. No se me habría ocurrido nunca que la clave para ser ordenada fuera esa. Una visionaria es esa mujer.

3. Repite el proceso una o dos veces al año para asegurarte de no acumular más cosas de las necesarias.

Por supuesto, eso tan sencillo no podría venderlo tan felizmente, así que la mitad del libro se dedica a repetir una y otra vez que, para que funcione, todo eso hay que hacerlo en el orden en el que ella lo explica. Si cambias el orden, por supuesto que no va a funcionar. También repite de manera incansable que, para que ese cambio llegue a revolucionar tu vida, tienes que ordenar toda tu casa de una vez, rápido, sin interrupciones. Así no sufrirás el efecto rebote y el resto de tu vida será todo orden y felicidad. Pero, como quien no quiere la cosa, deja caer que eso de rápido pueden ser unos seis meses. Las siguientes veces que habla de ello vuelve a ser todo rapidez e inmediatez. ¿En qué quedamos?

En definitiva, que yo no lo veo claro. Eso de coger mi ropa o mis libros uno a uno, para ver si me da felicidad o alegría, y tirarlo si esto no ocurre… no es para mí. De hecho, en el punto en el que dice que incluso hagas eso con su libro, le hubiera prendido fuego (si no lo estuviera leyendo en digital), porque en lugar de alegría me provocaba ira y ganas de matar a la autora. Sobre todo cuando dice que arrancó las páginas que tenía marcadas de los libros para poder tirarlos sin remordimientos por perder esas citas o frases que le gustaban. ¿Qué por qué no dejé de leer en ese momento? Masoquismo, supongo.

Por favor os lo pido, si seguís su método, no tiréis todas esas cosas a la basura. Vendedlas, regaladlas, donadlas, lo que queráis, menos tirarlas a la basura. Y no rompáis los libros, llevadlos a la biblioteca pública. Cada vez que alguien arranca una página de un libro, muere un gatito.

¿Considero que el libro puede ser útil para algunas personas? Probablemente en Japón, con la falta de espacio que tienen, haya sido tremendamente útil. Si tienes que vivir en una habitación de quince metros cuadrados, deshazte de todo lo que puedas. ¿Creo que la gente puede ser más feliz después de leer este libro? Hay muchas otras maneras más amenas de darte cuenta de lo que necesitas para ser feliz. Si no las encuentras y este libro te ayuda a ello, enhorabuena. Pero dejad de darle bola a la muchacha, que lo que ella necesita es medicación, no mantener conversaciones con su casa.

La magia del orden. Marie Kondo. Aguilar. España, 2015. 200 páginas. 14,90 euros. Comprarlo en Amazon.

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Dra Silvi
El Buscalibros

Científica expatriada, profesora y madre a tiempo completo, bloggera en los escasos ratos libres que quedan