Por qué leo en digital

Papel o digital, prosa o verso, ensayo o ficción, novela o cómic. Lo que nos gusta es leer y el formato da un poco igual.

Juan José Sáenz
El Buscalibros
4 min readJun 21, 2017

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M e voy a meter en un jardín con este artículo. Lo noto. El Buscalibros está lleno de lectores acérrimos. El tipo de lector que abre un libro nuevo y lo huele con tal intensidad que, más que leer el libro, parece que lo vaya a esnifar. Con semejante público, va Fran Rodríguez y me pide que escriba sobre por qué me gusta leer en digital. Esas tabletitas finas que ni huelen, ni pesan ni tienen ediciones en tapas de cuero.

Y a pesar de todo, me gusta leer en digital. ¿Por qué? Tengo mis razones. Allá van.

Por el peso

Lector de fantasía y ciencia ficción, te estoy mirando a ti. No, el último tocho de Neal Stephenson no es «de bolsillo». Si estás leyendo esto es probable que seas como yo y vayas por la vida con un libro a mano. En el metro, en el bus o en los cinco minutos que te hace esperar un amigo, aprovechas para abrir las páginas y meterte dentro. Y seamos sinceros, el papel no es lo más ligero (ni pequeño) para llevar a mano. Leyendo en digital ganarás una espalda menos cargada. Perderás la magia de ver qué está leyendo la gente que te acompaña en el transporte público.

Por la variedad

Hago malabares con las lecturas. Suelo tener dos libros en danza (tres cuando veo que me voy a acabar uno de ellos). Leer en digital me deja saltar de uno a otro indistintamente. ¿Soy vago? Mucho. Pero si estoy leyendo tan a gusto en la cama, lo último que me apetece es salir de ella para coger otro libro. Y si estoy fuera de la cama… no acarreo dos lecturas.

Por la maleta

Se acercan las vacaciones y me voy a subir una semana al Pirineo. No tengo internet y, aunque lo tuviera, voy a ser realista: la mitad de la maleta estaría ocupada por libros. Desde que leo en digital, ya no tengo que elegir a la hora de hacer la maleta.

Ah, y si viajas en avión… olvídate de la báscula para decidir al peso qué libro dejas en tierra. Ellos nunca lo harían.

Porque compro mejor papel

Esto no sé si es algo mío o le sucede a más gente. Desde que tengo el lector de libros electrónicos leo más, tanto digital como papel, y compro mejores ediciones en papel. Más libro ilustrado, más tapa dura… Antes tiraba de tapa blanda y ediciones de bolsillo (para que el ídem no se quedara vacío a mitad de mes).

Por espacio

Estamos de resaca de la Feria del Libro. Varios libros pasaron de vivir en las casetas a apilarse en mi mesilla de noche, y después vivirán en mis estanterías… no sé cómo, porque mucho espacio ya no queda. Desde que leo en digital, el ritmo de invasión librera de mi casa ha descendido (y en IKEA ya no me preguntan si quiero otra Billy al verme entrar por la puerta).

Por leer a oscuras

Hay una última razón por la que el lector electrónico es el mejor amigo de enfermos, convalecientes, padres recientes y de quienes los cuidan. Un lector retroiluminado hace brillar con luz propia las largas noches amamantando, velando enfermos, calmando cólicos o meciendo carritos.

Al final, lo que podría ser una travesía del desierto se convierte en una de las etapas más maravillosas de la vida, en que los libros caen uno tras otro, convirtiéndose en saludables lorzas en los muslos de un bebé.

Estas son mis razones para leer en digital. No sé si son buenas, malas o regulares. Son las mías, las que me empujaron a comprar un libro electrónico y las que hacen que siga usando el dispositivo. Si tenéis alguna otra razón, dejadla en los comentarios.

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Juan José Sáenz
El Buscalibros

Soy un físico enamorado de las letras que intenta comunicar ciencia (y vivir de ello).