‘Lo contrario de la soledad’, de Marina Keegan

Detrás de los relatos de esta obra se guarda una de las historias más estremecedoras de la historia de la literatura actual.

carlos lópez-aguirre
El Buscalibros
3 min readOct 10, 2016

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En ocasiones la vida se empeña en ser una novela, a pesar de ofrecernos siempre el mismo final. Marina Keegan lo sabía y por ello decidió dedicar su vida a escribir, a buscar nuevos significados de esta gran historia, a buscar la tensión narrativa diluida en la rutina, a darle un nuevo sentido a través de las palabras.

Defensora decidida de su oficio, no se dejó amedrentar por aquellos que le repetían que los autores no pueden vivir de lo que escriben. Más grande fue su decepción cuando escuchó esta afirmación de la boca de un escritor. Odiaba los discursos pragmáticos norteamericanos sobre el éxito y el dinero. Ella solo quería escribir, dedicar su vida a unir palabras, crear y definir el mundo a través de su mirada. Y lo logró.

En la Universidad de Yale, donde vivió los años más felices de su vida, fue la alumna más reconocida de su generación. Ayudante del mismísimo Harold Bloom y con un trabajo en The New Yorker en la bolsa, fue designada para dar el discurso de graduación, al cual tituló Lo contrario de la soledad. Porque a pesar de ser una escritora convencida y voluntariosa, nunca había podido encontrar una palabra que definiera lo opuesto a la soledad. Porque eso era lo que ella había sentido durante sus años de estudiante en Yale.

Aquel verano Marina Keegan murió en un accidente de tráfico. Meses más tarde su familia y profesores decidieron recuperar sus textos y manuscritos para dar a conocer la obra de la gran escritora que no fue. Lo contrario de la soledad reúne sus trabajos de ficción y no ficción. Para aquellos que hayan pasado por talleres o cursos de narrativa, observarán, en primera instancia, cuál era el objetivo de cada texto y, en segundo lugar, la capacidad de Keegan para darle la vuelta y convertir un simple ejercicio narrativo en un relato tan sutil como sobrecogedor.

En sus cuentos y artículos destila naturalidad, no rehúye de las modernidades tan poco poéticas y las añade como una forma de identidad de un tiempo y de un espacio; busca en las entrañas del alma humana las razones de sus actos y el porqué de sus confusiones, de sus prejuicios y de sus fracasos.

La última frase del libro dice:

«Hola, le diré al espacio exterior, aquí tienes mi tarjeta».

A nosotros, los mortales, los que seguiremos sus pasos tarde o temprano, nos quedó lo mejor de ella: su palabra escrita, una tarjeta de presentación que agita el corazón al saber que la creadora de esos relatos ya no está, porque se fue a dormir temprano, porque la vida es, en ocasiones, una novela de horror con un final inesperado, aunque siempre es el mismo y el más triste.

Ficha técnica:

Lo contrario de la soledad. Marina Keegan. Traducción de Regina López Muñoz. Ediciones Alpha Decay. Barcelona, 2015. 19,90 euros. Comprarlo en Amazon.

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carlos lópez-aguirre
El Buscalibros

Periodista, escritor y promotor de lectura mexicano radicado en Barcelona. Obsesionado de las palabras y sus creaciones.