‘La piel del tambor’, de Arturo Pérez-Reverte

Religión, política, amor y piratas informáticos en Sevilla como escenario y con el Guadalquivir como testigo de las aventuras de Lorenzo Quart.

ruizmaso
El Buscalibros
4 min readApr 16, 2018

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E n la Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas de Sevilla no solo se mueven los pies de los escasos feligreses. Parece que la modesta iglesia barroca del barrio sevillano de Santa Cruz lucha por sí misma para mantenerse en pie. Un banco en expansión, el Banco Cartujano, pretende rentabilizar la compraventa del preciado solar sobre el que descansan los cimientos de Nuestra Señora de las Lágrimas en una compleja operación urbanística con dinero saudí de por medio.

Nuestra Señora de las Lágrimas se tiene en pie gracias a la tozudez de su párroco, Príamo Ferro, y de la familia fundadora de la parroquia, los Bruner, Duques de Nuevo Extremo desde la época de la reconquista de Sevilla. Cruz Bruner y su hija Macarena respiran tranquilas cada jueves cuando su párroco dice misa a las ocho de la mañana. Es lo único que les queda: si esa misa no se celebrase se rompería el contrato adquirido por Gaspar Bruner de Lebrija en 1687 por el que debía decirse una misa por su alma todas las semanas. Son las últimas voluntades de don Gaspar las que permiten mantener en pie la parroquia a pesar del estado ruinoso que presenta.

Quizá habrá mil parroquias en estado de descomposición desperdigadas por el orbe cristiano, pero lo que hace a esta parroquia especial es que hasta cuenta con su propio hacker informático: Vísperas. Un hacker tan inesperadamente habilidoso que es capaz de colar mensajes personales al ordenador de Su Santidad el Papa de Roma. Si no fuera por eso, el Instituto para las Obras Exteriores (IOE), a instancias de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no habría tomado parte en este asunto. El Estado Vaticano se pone en marcha para desembrollar un complejo caso con ramales políticos y económicos.

Lorenzo Quart es un soldado de Dios al servicio del IOE y de monseñor Spada, su mentor y principal valedor. Tiene asumidos los ideales de la milicia templaria que Bernardo de Claraval escribió en Elogio de la nueva milicia templaria en el 1130. Es esta obra su refugio personal, su pequeña área de descanso que le permite mantenerse en pie en todas las empresas que los jerarcas vaticanos le encomiendan.

Para Quart este nuevo caso supondrá volver a enfrentarse a viejos enemigos (casi íntimos), como monseñor Corvo, arzobispo de Sevilla; o revivir viejos fantasmas en forma de recuerdos; y lo que más esfuerzos le supondrá: mantenerse fiel a sí mismo. De esto último serán culpables no solo el obstinado padre Ferro y sus actuaciones fuera de la ley, sino también la historia de los Bruner.

Una historia de «buenos y malos» donde los malos son torpes y los buenos no pasarían el examen para ser «santo». Octavio Machuca, presidente del Banco Cartujano ha delegado todas sus funciones en su director ejecutivo, Pencho Gavira. Este ambiciona con dar un pelotazo urbanístico a cuenta del solar de Nuestra Señora de las Lágrimas y ahí encuentra la oposición de los Bruner y del párroco. Ayudado por Peregil, una especie de detective/guardaespaldas antecesor de Torrente (sí, el de Santiago Segura), intentará forzar la situación de manera ilegal, por supuesto. Don Ibrahim, la Niña Puñales y el Potro Mantelete son una banda de criminales chusqueros y de poca monta en los que Peregil confía la misión de descabezar la defensa pro Nuestra Señora de las Lágrimas. Dicha defensa está completada por Gris Marsala, una monja estadounidense, protagonista inesperada, que resuelve sus dudas vocacionales trabajando gratis en la reconstrucción y restauración de la parroquia. Junto a ella, el padre Óscar, un joven sacerdote que pronto descubrirá los sinsabores de su profesión.

La piel del tambor fue publicada en 1995, hace más de una década, pero es tan actual que parece escrita el año pasado. Vivimos en una época en la que parece normal oír día sí día también un nuevo caso de corrupción. Y nos hemos acostumbrado a no extrañarnos de ningún posible protagonista: partidos políticos, instituciones, gobiernos de cualquier competencia, etc. A veces es fácil pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, sin embargo, obras como La piel del tambor te sacan rápidamente de ese pensamiento. Hay conductas humanas que ya parecen inherentes a su condición. Que el cainismo que nos caracteriza es tan antiguo como nuestra capacidad de caer una y otra vez en la misma piedra.

Lejos de lo mainstream, Arturo Pérez-Reverte nos ofrece una reflexión sobre la condición humana, sus faltas y aciertos, a través de una novela que ya es un clásico en la literatura española contemporánea.

La piel del tambor. Arturo Pérez-Reverte. Editorial Alfaguara. Madrid, 1995. 589 páginas. 9,95 euros. Comprarlo en Amazon.El Buscalibros es un proyecto comprometido con la difusión de la literatura. Nuestro objetivo es crear un santuario online para lectores, sin publicidad y sin barreras, gratuito para todos. Pero no podemos hacerlo sin ti. Cada vez que pinchas en alguno de los enlaces de compra en Amazon (como este), y compras cualquier producto en su plataforma (sea un libro o no), recibimos una pequeña comisión que nos ayuda a poder mantener activa la web.

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ruizmaso
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Profesor de enseñanza secundaria, escribo en @elbuscalibros @ruizmaso