‘Que no, que no me muero’, de María Hernández Martí y Javi de Castro

Un cómic que habla del cáncer con una gran dosis de sarcasmo y que no es, ni por asomo, un libro de autoayuda.

Maripi VH
El Buscalibros
3 min readMay 24, 2016

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«Yo nací azul y sin paciencia ninguna. Lo del color se me pasó en un ratito, con oxígeno y eso, pero lo otro no. Llevo toda la vida dedicando grandes cantidades de energía a no reventar de coraje, a no meterme en demasiados líos y a fabricarme un sucedáneo razonable de la paciencia que me falta.

En este libro se cuenta cómo en estos últimos años he tenido muchísimas oportunidades para desplegar una paciencia maravillosa, zen, elegantísima, de esa que te ilumina de inteligencia y te embellece y sirve de inspiración a los demás.

Y cómo las he desaprovechado todas».

Confieso que cuando abrí la primera página de este cómic y leí la palabra estrella de mi tierra canaria, «guagua», ya el libro me tenía medio ganada.

Que no, que no me muero habla de una enfermedad dura y que está muy presente en nuestras vidas: el cáncer. Aunque su temática principal no es precisamente maravillosa, te aseguro que este libro no hará que te gastes todo el papel del baño limpiándote los mocos. Te lanzará alguna púa dolorosa al corazón, pero también te hará sonreír.

María Hernández nos trae una dosis de realidad, con sus cosas buenas y malas. Un libro lleno de ironía, de crítica y de temores, pero sobre todo, un libro que no está lleno de frases superpositivistas ni de brebajes extraños de esos que transforman las células malas del cuerpo en mariposas de purpurina.

Es, más bien, un libro que manda a la mierda ese tipo de brebajes y a la gente que aconseja tomarlos.

Javi de Castro hace un buen trabajo ilustrando este cómic que entra por los ojos desde que lo ves por primera vez. Con unos pocos colores y unos dibujos aparentemente sencillos (y recalco lo de «aparentemente»), hace que la historia llegue al lector de la mejor forma posible. Estoy segura de que esta misma historia ilustrada de otra forma no habría tenido tanto sentido.

Antes de acabar esta reseña tengo que decir que me encantó el personaje del señor muy alto y muy serio. El mundo necesita a más altos y serios como él.

¡A leer, que es un placer!

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