‘Cariño, cuánto te odio’, de Sally Thorne

Una novela romántica, previsible, con escenas eróticas y tensión sexual. Es un helado de vainilla con trocitos de chocolate. Que la disfrutes.

Dra Silvi
El Buscalibros
5 min readJul 23, 2020

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Recientemente vi por Twitter que alguien recomendaba The Hating Game (Cariño, cuánto te odio) insistiendo en que si queríamos leer una buena historia con tensión sexual no dudáramos en elegirlo. Así que lo compré y me lo leí en dos días. Que no es que sea largo, pero tengo dos niños pequeños, para mí es todo un mérito.

Después de leerlo me quedé suficientemente prendada (más bien enganchada a esa tensión sexual) como para buscar reseñas en internet y ver las distintas opiniones de la gente. Hay veces que no reparo en algún aspecto del libro hasta que alguien lo comenta, así que con los libros que más me gustan o más me enganchan (que no tienen por qué ser los mismos) suelo hacerlo.

Cuál fue mi sorpresa al leer varias reseñas criticando algunos (o todos) aspectos del libro. Así que he decidido escribir mi reseña de apoyo al libro, basándome justamente en responder a las críticas que he leído sobre él. Que no digo que sea el mejor libro que he leído en mi vida, ni mucho menos, pero tampoco se merece que lo pongan verde.

La queja principal que he encontrado es que el libro está lleno de tópicos y clichés. Ahí tienen toda la razón del mundo, es una novela romántica con toques eróticos, pero es totalmente predecible y convencional. Sin embargo, yo no le veo problema a eso. Para mí es como comer helado de vainilla, es el mismo sabor de siembre, sí, pero sigue estando bueno. Será que soy una romántica empedernida y devoro este tipo de libros. Si a ti no te gustan no lo leas, en serio, huye haciendo la croqueta hasta la sección de thrillers.

Otra crítica que hacen es que es un libro muy machista. Es cierto que tiene algunos clichés basados en comportamientos tóxicos (celos y posesión), pero, quitando un par de excepciones contadas, creo que no los manejan mal del todo. Por ejemplo, yo no soy una persona celosa, pero nadie me quita esa punzada de celos si veo al chico que me gusta hablando con otra. Que no responda a esa punzada porque sé, conscientemente, que no tengo derecho a sentir celos no quita que los sienta. Así que cuando los protagonistas del libro se ponen celosos, y lo demuestran, lo veo lo más natural del mundo. Tampoco podemos negar nuestros instintos, aunque intentemos racionalizarlos. ¿Podrían haber actuado de otra manera más abierta y no haber reproducido una actitud celosa? Pues claro, pero justamente este tipo de historia se basa en una falta de comunicación entre los protagonistas y en que a veces actúan de manera un poco inmadura. Si los sientas a hablar como personas emocionalmente estables el libro se acabaría en la primera escena. O te quedaría una historia tipo Antes del amanecer, historia preciosa donde las haya, pero no es ni remotamente una comedia romántica. Y este libro lo es, aunque algunas de las reseñas que he leído no han captado la parte de comedia, creo que porque no han pillado la ironía que hay en el texto. Por ejemplo, la frase:

«Todas esas mujeres estúpidas que no saben cómo tratar a un hombre como es debido».

He visto que la tildan de machista, cuando justamente es una burla a la frase opuesta, que es la que se solía decir mucho hace algunos años.

Otro aspecto que se critica mucho es que no se debe promover la idea de que alguien que te maltrata, ya sea verbal o físicamente, en realidad te quiere. Estoy completamente de acuerdo con eso, puedes leer mi reseña de Cincuenta sobras de Grey, pero no creo que en este caso aplique porque tampoco veo que haya bullying o abuso de ningún tipo. Él es un poco negado con las relaciones humanas y es supertímido, lo que hace que su única manera de interaccionar con ella sea a base de piques y pullas. Pero los piques que tienen son de lo más light que puede haber, y las discusiones también. Lo más grave que le hace él es ponerle un apodo. Vale, entiendo que «fresita» queda horrible y parece que se está riendo de ella. Pero yo lo he leído en inglés, así que creo que ahí el problema es de traducción. El apodo real que le pone («shortcake») es imaginativo y nada ridículo. Y te lo digo yo, que mido metro y medio como la protagonista y he tenido que aguantar apodos de lo más variopintos por mi estatura. ¿Sería mejor evitar poner apodos a la gente para no molestar? Pues sí, pero también podemos comportarnos como adultos estables e ignorar ese apodo, que al final todo es cosa de dos. Si lo hacen con cariño (aunque ella no lo sepa) y solo se lo llaman en privado tampoco creo que sea para rasgarse las vestiduras. Al final nos vamos a tener que comportar como robots para ser siempre políticamente correctos, con lo aburrida que es la perfección.

También he visto otros problemas de traducción, pues algunas frases que tildan de machistas en la versión original no lo son. Por ejemplo:

«¿Dónde estás, Lucinda? Me estás enfadando».

«Where are you, Lucinda? I’m getting anxious».

No es lo mismo decir que me estás enfadado por no responder un mensaje al móvil que decir que me estoy poniendo nervioso, que sería lo más normal del mundo en la situación concreta en la que se dice esa frase. Imagino que la traducción también hace que muchas veces sea más complicado pillar la ironía que desprende la protagonista, así que recomiendo leerlo en inglés.

En definitiva, si estás buscando algo rompedor, que te sorprenda y te haga pensar, sigue buscando, pasa de largo y huye de las comedias románticas. Pero si quieres pasar un rato recordando qué se siente al enamorarte, lo apasionante de esos primeros besos, lo aterrador que puede ser todo y de paso leer escenas eróticas entretenidas, no lo dudes y ¡arriba lo cursi!

Cariño, cuánto te odio. Sally Thorne. Traducción de Santiago del Rey Farrés. Editorial Espasa. España, 2017. 416 páginas. 18,50 euros. Comprarlo en Amazon.El Buscalibros es un proyecto comprometido con la difusión de la literatura. Nuestro objetivo es crear un santuario online para lectores, sin publicidad y sin barreras, gratuito para todos. Pero no podemos hacerlo sin ti. Cada vez que pinchas en alguno de los enlaces de compra en Amazon (como este), y compras cualquier producto en su plataforma (sea un libro o no), recibimos una pequeña comisión que nos ayuda a poder mantener activa la web.

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Dra Silvi
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Científica expatriada, profesora y madre a tiempo completo, bloggera en los escasos ratos libres que quedan