‘Por último, el corazón’, de Margaret Atwood

Una novela para desconcertarse, en la que Atwood se divierte y lleva al lector a sentirse como un personaje de ‘Resacón en Las Vegas’.

molinos
El Buscalibros
4 min readJan 5, 2017

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Lo primero que hay que decir de la última novela de Margaret Atwood es que es una locura. Cualquier cosa que el lector crea que va a encontrar al empezar el libro, o sospeche a lo largo de su lectura, salta por los aires al doblar la esquina y llegar a la página siguiente. Es una novela que obliga al lector a ir cambiando su modo de enfrentarse a las páginas, su chip lector. Es una novela que no te deja acomodarte.

¿De qué trata Por último, el corazón? De Stan y Charmaine, una pareja que pasa de ser clase media con trabajo, casa y futuro a vivir en un coche por una crisis económica que todos reconocemos. Desde esa situación desesperada que lleva al lector a creer que va a leer una gran novela americana (Atwood es canadiense) realista y sucia, Atwood nos lleva de repente a Farenheit 451 o a 1984 y el lector se encuentra removiéndose incómodo en su butaca de leer. Sin saber muy bien cómo, ha pasado de estar leyendo una realidad reconocible, cercana y a la que, con un poco de suerte, ha escapado… a estar sumergido en una distopía ligeramente inquietante, pero no tan alocada como para no poder ser real. El lector se encuentra perturbado imaginando si, a pesar de haber sido capaz de escapar al destino de acabar durmiendo en un coche, no estará más cerca de vivir en un mundo distópico de lo que cree.

«Ella prefiere programas dramáticos donde los secuestran a todos, los matan o los encierran en un agujero oscuro, y nadie espera que te rías de eso. Se supone que debes disgustarte, como si te estuviera ocurriendo a ti. El malestar es una emoción más cálida y cercana, no es una gélida emoción distante, como reírse de la gente».

La incomodidad se va transformando entonces en inquietud, la trama avanza, los hechos se suceden y nos encontramos, entonces, mirando por encima de nuestro hombro, temiendo que alguien nos esté espiando, alguien con oscuros intereses que quiere acabar con nosotros sumergiéndonos en una realidad de la que no podemos escapar a pesar de haber hecho todo lo que se nos ha pedido.

Llegados a este punto el lector le dice a Atwood «hazme tuyo» y decide dejarse llevar por las olas de humor, surrealismo y locura argumental que la escritora canadiense despliega en el último tercio de la novela.

« — Hice la tesis sobre El paraíso perdido.

¿El Paraíso qué? Lo único que a Stan le vino a la cabeza fue la página web de un club nocturno de Australia que había visto una vez en la red, mientras buscaba porno suave, pero ese sitio llevaba años cerrado. Quería preguntarle si la HBO había hecho alguna miniserie con ese libro libro o algo así, por si acaso la había visto, pero no lo hizo porque cuanta menos ignorancia demostrara, mejor. Ella ya lo trataba como si fuera un cocker spaniel con una lesión cerebral y lo hacía con una mezcla de diversión y desdén».

Por último, el corazón es una novela que se disfruta por lo mucho que se percibe lo que se ha divertido su autora escribiéndola. No es un ejercicio de frivolidad ni de humor absurdo ni una sucesión de chistes fáciles. Quizá Atwood, y en realidad no tengo ni idea, haya querido demostrar en esta novela «loca» que, incluso en el peor de los escenarios, el humor siempre ayuda. O quizá no, quizá solo haya querido escribir una locura con la que dejarse llevar y divertirse. Es evidente que ella lo ha hecho y el lector, una vez que deja de luchar contra las ideas preconcebidas, también lo hace.

Por último, el corazón es una novela de la que se sale como si te hubiera revolcado una ola. No sabes muy bien cómo has pasado de nadar tranquilamente, con un estilo impecable, a llegar a la orilla tragando agua, pero la experiencia ha merecido la pena y te lo has pasado en grande.

Terminas Por último, el corazón sintiéndote como un niño pequeño al que su padre ha dado vueltas hasta marearlo y, sin embargo, quiere repetir. Terminas y piensas: Margaret, otra vez.

Por último, el corazón. Margaret Atwood. Traducción de Laura Fernández Nogales. Editorial Salamandra. 412 páginas. España, 2016. Comprarlo en Amazon.

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