Antes, ahora, mi papá

Dailene Dovale
El Caimán Barbudo
Published in
4 min readNov 24, 2023

«I know it’s true/ It’s all because of you»… La música surge de algo tan pequeño como un teléfono móvil, suena otra vez, y consigo no llorar esta noche de noviembre...

Por Dailene Dovale

Michael Ochs Archives/Tomado de The New York Times

Es seis de noviembre en Quinta Avenida. Hay luces por todas partes, carros van y vienen con rapidez. La noche conserva su poco de frescura. Espero una guagua, de pie, luego de un día de trabajo. Un P10 pasó antes, muy lleno, y nos dejó a mí, a mi amigo E y al resto de la parada detenidos en la incertidumbre. La espera continúa. Al cruzar la calle hay una imagen espeluznante: luces parpadean y la imagen del local del Circo Nacional de Cuba toma tonos sombríos. De este lado de la acera, la impaciencia crece algo, pero empieza a sonar «Now and then», presentada como la última canción de Los Beatles. «I know it’s true/ It’s all because of you»… La música surge de algo tan pequeño como un teléfono móvil, suena otra vez, y consigo no llorar esta noche de noviembre en que estoy en un espacio abierto y donde confluyen tantas gentes, con sus tristezas propias.

— ¿Ustedes están escuchando a los Beatles?– pregunta cerca un muchacho. Trae un abrigo verde y siento que tiene mi edad o una muy cercana.

— Sí, la última canción —

El muchacho sonríe.

— ¿Ya lo escuchaste?–pregunto.

— Sí, sí.

Cuando nací, ya «Free as a bird» tenía un año publicada y «Real love» daba sus pasos entre fanáticos. John Lennon escribió ambas canciones en la década del setenta –luego de la desintegración de Los Beatles– y grabó varios demos con ellas. Luego Yoko Ono entregaría el cassette al resto de la banda. Las dos canciones que nacieron eran un homenaje nítido y conmovedor de Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr a su hermano Lennon. Había una tercera obra con la que no pudieron trabajar: «Now and then», quedó fuera del albúm The Beatles Anthology de 1995–1996. A raíz de la experiencia de trabajo realizada por el cinesta de Peter Jackson para su documental de 2021 The Beatles: Get Back surgió la oportunidad de, por fin, poder separar la voz de John del piano y montar así la canción. Un director de cine y un software consiguieron darnos el milagro, a ese muchacho desconocido y a mí, de escuchar en la parada un estreno de los Beatles.

El milagro de unir la letra y voz de Lennon de los setentas, la guitarra de George del 95 con el trabajo en presente de Paul y Ringo. El milagro de la oportunidad a gente de Inglaterra, de México, de todas partes (porque de todos lados son) de comprar sus discos, de escucharlos en cuanta plataforma digital hay; de formar una comunidad compuesta por tantos idiomas distintos, por diversas culturas, por generaciones distantes entre sí, pero con una emoción común.

El milagro chiquito y a la vez gigante de decir ¿escuchaste el estreno de los Beatles? en la parada del P10.

Las luces de los carros me ciegan un poco. A la guagua todavía le falta, pero la música nos inunda y la espera se hace leve, es capaz de revolotear en libertad a nuestro alrededor como un pajarillo negro. Hay zonas de la letra en «Now and then» que pulsan demasiado una herida, que antes de escucharla no sabía que tenía, que dolía: «Now and then I miss you/Oh, now and then/I want you to be there for me».

Es fácil conectar con esta declaración de amor, que puede relatar el distanciamiento de alguien querido. Se ha dicho que la experiencia mayor de escuchar esta canción viene de la posibilidad de viajar al pasado, a la otra persona que fuimos, aquella que sufrió y amó, que vivió y sintió otro tiempo. Una nostalgia tan grande que no es preciso tener una edad determinada para conectar con ella. Cada quien guarda una pequeña tristeza por alguien que, a veces, extraña con intensidad. «Quiero que estés aquí», pudiera ser el mensaje a una persona amada que emigró. «De vez en cuando te extraño», habla en voz baja una voz que siente una nostalgia inmensa por alguien que falleció.

El día antes, era domingo, cinco de noviembre, y escribía un mensajito para A, la amiga que me pasó la noticia y el video.

— No he podido dejar de escuchar la canción, y ahora lloro más todavía. Es como si conectara con una parte de mí que extraña mucho, que siente nostalgia por una época que ya no está, que no volverá.

Una Cuba mía de hace más de diez años, que murió o emigró definitivamente. Una realidad de anotar canciones en Inglés y preguntarle a mi padre las dudas lingüísticas, y las otras, que me generaba aquel universo narrativo de los Beatles. Ahora mi papá es un mensaje de texto breve en Whatsapp, una confirmación de que, por supuesto, le encantó la canción. No iba a ser distinto, mi papá es fanático de Los Beatles: antes y ahora.

En el territorio de la realidad y mientras continúan desde el móvil de E aquellas canciones sesenteras, llegó casi vacío (como si viniera de otro mundo) el P10.

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