Los cómplices

Dailene Dovale
El Caimán Barbudo
Published in
4 min readDec 14, 2023

Todavía puedes ver Los Delincuentes (Argentina, 2023) en el Cine Yara, hoy a las 12:30. ¡Apúrate! También puedes leer este texto sobre el largometraje escrito y dirigido por Rodrigo Moreno, protagonizado de forma muy convincente por Esteban Bigliardi y Daniel Elías y que compite en el concurso de largometraje de ficción.

Por Dailene Dovale

Un banco argentino es el lugar del crimen, pero todavía no se puede intuir. Varios trabajadores fuman, alguno de ellos está harto de toda la labor monótona y aburrida y será el actor material del robo; sus compañeros nada imaginan. Otro pobre cajero se despide temprano, sabe menos que el resto, por un problema de salud y en el cuello. Lo avisó antes a su superior e insistirá ante la mirada incrédula del jefe que quizás olvidó su petición o ni siquiera le prestó atención. Es el banco un lugar sombrío, tanto por la falta de luz como de esperanza, y se asemeja más a una cárcel que a un centro laboral. Así lo perciben Morán y Román, cada uno de su forma de resolver la vida que va desde el caos en el primer caso, a la evasión de la realidad y la toma de decisiones en el segundo.

Los Delincuentes (Argentina, 2023) parte de una premisa: los laburantes ya están cumpliendo una condena, por el único delito de necesitar un trabajo para sobrevivir y la dificultad de las personas de clases medias y bajas de tomar decisiones en libertad para definir cuestiones esenciales como ¿dónde quiero vivir? ¿cómo quiero hacerlo?

Morán, más perseverante y valga decirlo también mucho más demente, entenderá muy pronto que aquella rutina de alquiler-laburo-alquiler no es la forma en que desea existir, que no es una vida libre y, paradójicamente, resulta más atractivo pasar tres años y medio en la cárcel que veinte en esa otra prisión oscura y sin perspectiva que es el banco.

La película inicia un poco tarde en el Cine Acapulco, la noche del miércoles, 13 de diciembre. Una hora y media después si soy precisa.

— ¡Esto es una falta de respeto! — dice una mujer, sentada dos sillones antes, que teme no poder luego llegar a tiempo a su casa. — La 27 está tan mala — repite para dar énfasis.

Para mí fue una suerte, llegué a ver Los Delincuentes y pude disfrutar además de A cielo abierto (México, 2023). Fue un dos en una tanda que me dejó imaginándome como protagonista de un filme latinoamericano. Son ahora las siete de la noche y el filme promete ser una experiencia agotadora, dura tres horas y me veo saliendo tardísimo, pero vale la pena (al igual que todas las sugerencias de Rafael Grillo y como había descubierto antes con Los Colonos y La mujer salvaje) y no es fortuito que sea la candidata argentina a los Premios Óscar.

Desde el principio se establece un paralelismo entre Román y Morán, quienes consiguen mantener su proyecto a pesar de las múltiples complicaciones e imprevistos que van surgiendo. Destaca la sonoridad del filme, el sonido ambiente, las voces y sus tonos describen e identifican las esencias de los personajes y las distancias enormes entre la ciudad y las zonas rurales; la visualidad del filme, a partir, sobre todo, del uso de los colores más vivos entre más adentrados en la naturaleza se encuentren, también marcará e identificará estados emociones: Román y Morán se sienten tanto más libres como las lejos del banco se encuentren. Sería falso nombrar este filme como una película de atracos solo, como una caja china explora diversas historias y sensaciones, enlazadas con belleza, parte de la sensación de vacío y pesadumbre que experimentan los personajes para hablar de la soledad, la falta de esperanza, el amor, las ganas de libertad que se ven impactadas por el trabajo, que no es aquí fuente alguna de emancipación sino todo lo contrario. Los delincuentes transcurre y poco a poco muchos se irán sintiendo cómplices, por querer que sorteen los desafíos, las entrevistas inquisidoras, las amenazas de la cárcel y al final se preguntarán el por qué si la libertad no tiene precio, a algunos les cuesta tres años de cárcel o veinte de laburo mal pagado y peor vividos.

Los delincuentes

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