Ludi Teatro, diez años después

El Caimán Barbudo
El Caimán Barbudo
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3 min readJun 17, 2024
Miguel Abreu saluda al público al concluir una de las funciones de El diario de Ana Frank. Foto: Monik Molinet

Por Frank Padrón

Fotos tomadas del perfil en Facebook de Ludi Teatro

La primera década de la compañía fundada y dirigida por Miguel Abreu fue celebrada recientemente por su público seguidor junto a colegas, artistas y críticos vinculados de un modo a esta.

Como jugando, tal significa su nombre en latín, el colectivo ha adaptado y presentado obras tanto foráneas como del patio, siempre procedentes de dramaturgos afines a la poética que signa a estos actores, músicos, diseñadores de vestuario, maquillistas y directores que han puesto sus talentos y esfuerzos en función de puestas que , en términos generales, han resultado exitosas a nivel de crítica, espectadores y certámenes competitivos.

El programa elegido para la celebración fue representativo del espectro temático y estilístico que ha caracterizado a Ludi Teatro: Dos pobres rumanos que hablaban polaco, de Dorota Maslowska; Las intermitencias de la muerte, de José Saramago; Aprender a Nadar, de Mariana Salzman; La mujer de antes, escrito por Roland Schimenfenig; Ubú sin cuernos, de Abel Gonzalez Melo y El diario de Ana Frank, apnea del tiempo , desde la concepción de Agniezka Hernandez Díaz, conformaron el “ Pride Ludiko”, como se tituló genéricamente la función, que nos hizo evocar algunos de los momentos más significativos de estos diez fructíferos años, a la vez intercalados , en certera interacción entre los tales y el público, con gracia y coherencia.

La recontextualización de la historia en el presente, la libertad y diversidad sexuales, la búsqueda de la utopía en medio de los más difíciles contextos, las paradojas y tiranías del progreso dentro de la sociedad contemporánea y los diálogos intergeneracionales e interfamiliares, son algunos de los temas pulsados por esas notables obras , enriquecidas por actores desdoblados en cantantes y bailarines, en transformistas que asumen varios y los más diferentes roles, que exhiben vestuarios y trabajan sobre diseños escenográficos semantizados y conceptualmente expresivos y combinan la acción y la palabra con una música ejecutada en vivo y previamente concebida por creativos músicos y arreglistas de vanguardias.

Sí, porque el teatro musical ha encontrado en Ludi…una sede de renovación y sangre joven que ha permitido la continuidad en un género como se sabe esencial en la identidad cubana.

El programa contó además con testimonios y saludos, mediante cápsulas audiovisuales, de actores que pertenecieron a la compañía y ahora viven fuera de Cuba, lo cual aportó una nota emotiva y sensible al encuentro.

Diez nuevos años, y muchos más, esperan a Ludi Teatro en esta nueva etapa que se abre. Con nuestra felicitación por lo ( no poco) logrado hasta hoy, vaya nuestro deseo de que sigan “jugando” muy en serio con el mejor teatro, ese alimento imprescindible de la espiritualidad.

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