Nada es
Lis Monsibáez es todo lo que parece: una escritora con una excelente habilidad para contar historias crudas, que con su primer libro nos da una cachetada de violencia, pero no una violencia lejana, sino esa que se puede apreciar en la esquina…
Por Braulio J.P.H.
Un autor, en esencia, escribe de lo que vive, pues es esta realidad la que lo desgasta y moldea, hasta terminar, de manera inevitable, penetrando su obra. El realismo sucio es, en su principio más básico, un reflejo de alguna de las muchas realidades del escritor. Por tanto, no es de extrañar que los lectores nos identifiquemos con estos personajes que nos evocan nuestra cotidianidad. Porque sí, la mayoría de las veces, nuestra realidad suele ser la misma que la de los escritores.
Lis Monsibáez es una joven autora mayabequense, cuyo primer libro Nada es lo que parece (Ediciones Montecallado, 2022) nos recuerda esos aspectos de la sociedad cubana que muchas veces preferimos ignorar. Los diez cuentos que dan forma a este libro poseen una fuerte carga de violencia social, donde sus personajes se sumergen en aguas en extremo turbias procurando una vía de escape. Prostitución, machismo, abusos, sexo y perversión son algunos de los elementos que dan sabor a unos personajes que el lector no dejara de sentir demasiado cercanos, como si de un vecino o familiar se tratase.
Los textos en este libro destacan por la habilidad con que la autora narra los sucesos. Monsibáez no ahonda demasiado en la mente de los personajes, sino que se concentra en el acto, prefiriendo que hablen los hechos y dejando al lector imaginarse todos los trasfondos posibles. En estas páginas no hay héroes ni villanos, solo personas corrientes, quizás rotas, cuyo único deseo es vivir mejor o en paz, o cuanto menos sobrevivir, recordando de esta forma a Pedro Juan Gutiérrez y su “Trilogía sucia de La Habana” o a los aclamados protagonistas bukowskianos.
Desde “La maestra de inglés” hasta “El hueco”, la joven autora utiliza un lenguaje directo, sin muchos adornos, lo que permite concentrarse en lo importante: las historias, las cuales, utilizando de manera convincente técnicas como “el dato escondido” mantienen al lector en vilo, consumiendo páginas, deseando el desenlace.
Lis Monsibáez es todo lo que parece: una escritora con una excelente habilidad para contar historias crudas, que con su primer libro nos da una cachetada de violencia, pero no una violencia lejana, sino esa que se puede apreciar en la esquina, en el barrio, esa que en estos tiempos que corren forma parte inseparable de la isla. “Nada es lo que parece” es una lectura en extremo recomendable, en especial para aquellos que disfrutan de cuentos atrapantes. Un libro que se lee de una sentada, disfrutando de un café, mientras te preguntas a quienes te recuerdan sus personajes.
