Radio Ambulante: “Nos interesa contar más historias sobre Cuba”
El Caimán Barbudo conversa con el “equipo ambulante” acerca del trabajo de este proyecto inspirador de periodismo narrativo sonoro, en su década de creado…
Muchos de los que seguimos de cerca el fenómeno del podcasting comenzamos escuchando a Radio Ambulante, el pódcast pionero del periodismo narrativo en español.
Desde hace una década, la iniciativa de la periodista colombiana Carolina Guerrero y el escritor peruano Daniel Alarcón pone en manos de la audiencia las historias de América Latina y Estados Unidos, con rigor periodístico y calidad sonora impecable.
Detrás de cientos de episodios producidos por R.A desde sus inicios, hay un equipo encargado de conectar el engranaje para hacer de lo personal un relato universal. Conflictos, personajes y atmósferas se articulan en estas crónicas para contar desde diversas aristas la realidad de la región.
El proyecto, que comenzó siendo el sueño de dos apasionados por la narrativa sonora, se ha enriquecido paulatinamente con una talentosa comunidad de colaboradores desde diferentes lugares del continente.
R.A ganó en 2014 el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en la categoría de Innovación. Actualmente, sus episodios son escuchados al mes por 760.000 personas y este año, junto a su nuevo proyecto, El Hilo, alcanzó las 200.000 descargas. Los oyentes de Radio Ambulante han organizado más de 120 Clubes de Escucha alrededor del mundo para disfrutar de los episodios en grupos y conocerse en la conversación. Las cifras arrojan luces. Son diez años de contarnos y reconocernos sonoramente en las historias ambulantes.
¿Cuál es el reto diario?
Desde que lanzamos Radio Ambulante, el objetivo sigue siendo el mismo: contar historias de Latinoamérica que son ignoradas y que necesitan ser escuchadas. Lo hacemos a través de periodismo de audio narrativo, siempre dejando que las voces de quienes vivieron las historias sean quienes las cuentan. Con nuestro trabajo esperamos cambiar estereotipos simplistas sobre Latinoamérica y mostrar la diversidad y complejidad de toda la región, incluyendo Estados Unidos, que consideramos un país latinoamericano.
Para ello, intentamos mantener una línea ética en nuestro trabajo periodístico, construir alrededor de nuestras historias una comunidad enamorada de las culturas latinas y conservar en el oyente el gusto por la narración bien contada.
¿Cuánto costó llevar adelante este proyecto?
Mucho esfuerzo personal y grupal. Inventamos nuevas y originales estrategias para atraer al público que incluye eventos en vivo y una tienda virtual. Tenemos un programa de membresías, que permite a nuestros oyentes más leales aportar a cambio de algunos beneficios. Por otro lado, hemos lanzado una aplicación llamada Lupa, para personas que usan el contenido de Radio Ambulante para aprender español. Con R.A, desde el principio, fuimos tercos pues las métricas nunca han dejado de crecer, y tampoco tenemos competencia. Pero resolver el acertijo de la monetización y sostenibilidad ha requerido mucha creatividad y actitud experimental. Ahora estamos orgullosos de tener un proyecto sostenible, con un gran producto y con una cultura organizativa saludable. Creemos que el futuro es brillante.
Imagino la producción como un proceso artesanal y meticuloso. ¿Es así para todas las historias?
Sí, es así… Cada historia tiene un proceso de construcción muy artesanal, pero tiene intrínseco un trabajo de investigación de datos y de narración sofisticada. Los desplazamientos del equipo al lugar de los hechos, antes de la pandemia, se hacían sin problema. Ahora estamos un poco limitados por la situación sanitaria, pero eso nos hace más creativos y nos apoyamos en las entrevistas virtuales o telefónicas. Lo primero que se hace, cuando ya se tiene identificada la historia y los personajes, es hacerles entrevistas muy largas y detalladas. Después de eso se transcribe y se selecciona el mejor tape, el mejor audio de las entrevistas.
Paralelamente, se va haciendo una estructura del guion, de cómo pensamos que se debería contar la historia. Después se sigue un formato que tenemos en Radio Ambulante, donde hay una división entre la narración y los pedazos de entrevista. Básicamente, el guion se escribe una vez que se han seleccionado las mejores partes de las entrevistas y se escribe la historia alrededor de ese audio. Ya una vez cerramos el guion, se graba la persona, el narrador. Luego se pasa a diseño sonoro. Después damos feedback de ese diseño sonoro y se publican las historias. Luego ya viene un trabajo con engagement, donde se ve cómo promocionar la historia y qué contenido extra podemos lanzar. Todas las historias de Radio Ambulante tienen un principio, un nudo y un desenlace. El relato avanza de alguna manera y tiene un conflicto o una sorpresa, algo que la hace única.
¿Cuánto demora tener una historia lista?
La construcción de cada episodio es un proceso que dura mucho tiempo: entre tres y ocho meses, más o menos. Hacemos un periodismo lento, que se toma el tiempo de entender los contextos, de encontrar personajes claves y elaborar su arco narrativo. Nuestra promesa es que cada historia va a ayudarte a comprender un aspecto esencial de la identidad latinoamericana, y la cumplimos con un periodismo riguroso y entretenido. Las historias no solo informan, sino que enganchan a quien escucha y lo involucra emocionalmente. De esa manera comunicamos más que datos y ofrecemos un conocimiento de primera mano de la región.
¿Cómo reparten los roles en el proceso creativo?
La mayoría de ideas de historias de R.A vienen de los productores, pero también pueden salir de cualquier persona del equipo. Otras veces llegan a través de productores externos que envían sus propuestas. Todas las ideas se discuten en una reunión editorial y se decide qué historias se van a producir, cuál será su enfoque, qué voces tendrán. Los productores se encargan de armar las historias: investigar, entrevistar a los personajes, proponer una estructura, escribir el guion, buscar archivo. En todo ese proceso siempre hay una editora o editor que se encarga de acompañar y orientar. Luego, cuando hay un primer borrador del guion, la directora editorial se encarga de ajustar todo para que resulte la mejor versión posible de la historia. Esa versión la revisa el productor ejecutivo y le da los toques precisos para que la historia brille. Cuando está lista, viene un proceso de fact checking y después pasa el diseñador de sonido a mezclar todo el audio, nivelar volúmenes, agregar música…
¿Qué aporta el periodismo narrativo en la conformación de las historias?
Victoria Estrada (editora): Es el punto de partida para el tipo de trabajo que hacemos nosotros. Hay muchas formas de hacer periodismo en audio, pero en Radio Ambulante específicamente lo que hacemos es periodismo narrativo. Son crónicas sonoras, pues nos interesan no solo dar a conocer un tema, sino encontrar a los personajes, voces y escenarios que les den vida. Y nos parece que, por el hecho de ser audio, funciona bien para generar empatía por medio de la voz, porque las mismas personas cuentan lo que han vivido.
¿Qué poder tiene lo sonoro para contar historias que no tengan otros medios?
El pódcast da todas las posibilidades para salirse del clásico formato de la radio tradicional y publicar historias largas, estructuradas, bien armadas y editadas. La voz humana es un verdadero tesoro narrativo, y con este formato uno puede sacarle todo el provecho: los silencios, las entonaciones, los énfasis en ciertas palabras, las expresiones con doble sentido, las risas, el llanto.
Lanzaron en marzo El hilo, un pódcast narrativo semanal que cubre las noticias más importantes de América Latina y el mundo. ¿Pensaron esta nueva producción para generar mayor audiencia o para satisfacer la demanda de una en específico?
Silvia Viñas, productora ejecutiva y presentadora de El hilo: Diría que es un poco de las dos cosas. Los oyentes de Radio Ambulante nos habían estado pidiendo un pódcast nuevo hace tiempo, entonces queríamos darles esta opción. Pero, a la vez, al ser una propuesta diferente, sabíamos que podíamos llegar a una audiencia nueva.
Cuba ha sido protagonista de algunos de los episodios de R.A ¿Cómo llegaron a esas historias? ¿Les interesaría contar más nuestro país?
Camila Segura, directora editorial: Sí, nos interesa contar más historias sobre Cuba. A las que hemos publicado llegamos por diversos lugares. Un productor, Luis Trelles, mitad cubano y que cubrió durante muchos años el Caribe, nos ayudó desde un principio. Siempre recibimos propuestas.
Trabajan con colaboradores regulares, esto significa que se puede proponer una historia que provenga de cualquier país. ¿Cómo funciona esta iniciativa? ¿Los cubanos podemos enviar un pitch?
Camila Segura: ¡Por supuesto, nosotros encantados con las historias de Cuba! Siempre estamos buscando crónicas latinoamericanas que nos sorprendan y emocionen. Al mandarnos una propuesta, lo más importante es que sea muy específica: ¿A quiénes piensas entrevistar? ¿Qué historia vas a contar? ¿Cuál es el contexto que le da interés a tu historia, más allá de lo local? Sobre todo, debe ser entretenida. Podemos tardar hasta un mes en responder, pero leemos y consideramos todas las propuestas que nos llegan. Para más información, descarga nuestro Manual para productores de Radio Ambulante:
Cuando la tengas lista, envía tu propuesta a cronicas@radioambulante.org
¿Qué consejo les darían a quienes quieren incursionar en el podcasting?
Victoria Estrada (editora): Les aconsejaría que escuchen muchos pódcast, pero especialmente del tipo que quieren hacer. Y que al escuchar pongan atención a cómo está hecho. Si es de entrevistas, al tipo de preguntas que hacen; si es narrativo, a cómo se va armando la estructura, para saber qué les gusta, qué funciona y qué no. Y también que empiecen a hacer piezas en audio desde ya. La mejor manera de aprender es haciendo. No se necesita mucho equipo. Si no hay otra opción, se pueden grabar entrevistas con el celular, hay programas de edición de audio que son gratis y muchos recursos en internet que explican todas las partes del proceso. No todo va a funcionar, pero haciendo pruebas se encuentra un lenguaje de audio propio.
Publicado en la revista El Caimán Barbudo.