Toques del Río: No me formes crisis

Joaquín Borges-Triana
El Caimán Barbudo
Published in
2 min readJun 5, 2024

Este es un disco que defiende la idea de mezclar lo global y lo nacional, en una apuesta por la multiplicidad de discursos…

Siempre he creído que en la carrera de un músico, grabar un segundo fonograma resulta mucho más difícil que acometer la realización de su ópera prima. Si el primer trabajo ha sido exitoso, la tentación de repetir la fórmula del triunfo puede hacerse corpórea. Justo ante dicha situación se vieron abocados los miembros de Toques del Río, cuando debieron pensar en cómo llevar adelante el disco NO me formes crisis, que ahora sale en circulación a través del sello EGREM.

Afortunadamente, para el momento en que decidieron el repertorio a incluir en el nuevo material, así como las orquestaciones de cada tema, ellos habían crecido como músicos y eran conscientes de que segundas partes nunca son buenas. Por ello se decantaron por un trabajo mucho más colectivo que el precedente y por un mayor eclecticismo en la concepción de las piezas, como rasgo distintivo del álbum.

De ahí que puedan escucharse elementos de rock, timba, rap, funk, mambo, canción, son, reggae, voces que cantan con el empleo del falsete dentro de la tradición del R & B y de la música negra estadounidense, en una amalgama absolutamente desprejuiciada y que se proyecta desde una perspectiva de corte propositivo.

A tono con semejante enfoque, el fonograma (contentivo de once temas) rompe con la idea de intentar clasificar la propuesta aquí registrada dentro de un género o estilo específico de lo musical. Toques del Río apuesta por apartarse de esas convenciones, establecidas por el imperio de lo comercial, que enmarcan lo hecho en música dentro de equis patrones o categorías y que, a la postre, limitan al creador.

De tal suerte, este es un material que, sin renunciar a lo cubano, se mueve por una amplia diversidad de códigos sonoros contemporáneos. Sucede que la agrupación apuesta por múltiples mixturas, como parte del proceso de hibridación que hoy vive una zona de la música cubana y en general, las distintas manifestaciones artístico literarias de nuestra cultura.

Así pues, No me formes crisis es un disco que defiende la idea de mezclar lo global y lo nacional, en una apuesta por la multiplicidad de discursos y propuestas, en la que todo deviene expresión del doble movimiento de diferenciación y universalización de la cultura, de búsqueda y afirmación de la propia identidad y asimilación original de la identidad otra.

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