POESÍA

El Caimán Barbudo
El Caimán Barbudo
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3 min readFeb 24, 2020

de Giselle Lucía Navarro*

Una muestra exclusiva de la ganadora del Premio David 2019

OTRA VEZ EN EL PRINCIPIO

En el Malecón

Alguien supo que las aguas no serían mansas

y el muro difícil de olvidar.

Ningún golpe de suerte lo desterraría.

Las piedras de las otras orillas son inciertas

como los rostros de las barcas que se asoman a la costa

como los planes de los ojos que se van sin mirar a atrás.

Alguien supo que la noche estaría fría

debajo de las estrellas de esta incertidumbre

la maldita incertidumbre que no avanza ni retrocede

solo permanece

permanece como las rocas del muro

el aire que sostiene a los aviones

o la distancia embalsamada en los ojos de aquellos que nunca

la han visto.

Cualquier espacio sería necesario

cualquier orilla la adecuada.

Sobre los muros bajitos nunca hay espacio libre.

Todos saben que la noche es fría

y deben cuidarse de las aguas indóciles

por eso están esparcidos sobre el muro.

Hay música

ojos

bocas

idiomas

y preguntas.

El muro es lo suficientemente grande

para cubrir la orilla y protegernos de todo

pero aquel que se sienta en el muro

solo ve la distancia.

MUCHACHA CON ESTRELLAS EN LOS OJOS

Una calle de adoquines

y una muchacha con estrellas en los ojos.

Libros son las manos

idiomas los labios

poemas los pensamientos.

Los adoquines se agrupan.

Bajo las plantas de sus pies

las sandalias recorren los límites de lo imposible:

una calle vieja

una calle nueva

un nuevo sueño

un viejo amor

una nostalgia

que incendia los ojos de la muchacha y la hace soñar

desde cualquier altura

desde cualquier historia.

Cada charco

cada esquina

cada gotera la bendice.

No importa si la lluvia se apresura.

Una muchacha común tendría miedo

y prepararía el paraguas,

pero una muchacha con estrellas en los ojos

siempre se desnuda bajo la lluvia.

PIROPOS

Una palabra en la distancia me golpeó de pronto.

Una palabra y un silencio que se borró a sí mismo

en el significado obsceno de la conjugación de un verbo.

La mujer contiene su ira contra el lenguaje,

y se coloca los audífonos para no sentir nada,

para habitar en los espacios del sonido,

la tranquilidad paralela del sonido,

ajena a los disparates de su raza.

Limpia de la lujuria de las calles,

dentro de sí misma.

Protegida de todo y todos,

sin perfumes, ropas y sonrisas,

inocente, libre, todavía niña,

sin curvas o edades,

sin sexo.

RESURRECCIÓN DEL GLADIADOR INOCENTE

Redondo sol encarnado

va cayendo al mar profundo

y parece un moribundo

gladiador ensangrentado.

Jesús Orta Ruiz.

Fuego indócil que adultera

sobre Roma el mar febril,

Coliseo donde vil

otra bestia vocifera.

Han quemado la bandera

con espadas de pecado,

la furia decide el hado

entre volcanes de gloria.

La sangre escurre en la noria

redondo sol encarnado.

No hay condena en la vigilia

que alucine en su trofeo,

la noche seduce al reo,

doblega el yugo, concilia.

Entre profetas se exilia

al nirvana de otro mundo

por el desquite rotundo

que desata un laberinto.

El siervo muerde el instinto,

va cayendo al mar profundo.

Otro cuerpo en cautiverio

con enredo desahoga,

finge en la plebe, le boga

a su ritual improperio.

¿Quién desnuda en el imperio

la cruz, el himno fecundo?

El trance –cual nauseabundo

dictamen del derrotero–,

pronto embiste al prisionero

y parece un moribundo.

El pugilato es la herrumbre

de los culpables en pos,

azar rajado entre dos

convites de servidumbre.

Nadie divague en la cumbre

cuando la hoguera ha cuajado.

Soy el grito en desenfado,

complicidad que desmiente,

resucito al inocente

gladiador ensangrentado.

* Giselle Lucía Navarro (La Habana, Cuba, 1995) es poeta, narradora y diseñadora. Ha obtenido reconocimientos como el Premio Nacional de Ensayo Benito Pérez Galdós (2011) y el Premio de Cuento Centenario de la Edad de Oro, en literatura para niños (2011). Además, obtuvo el Gran Premio de Poesía Fantástica Oscar Hurtado (2013), Premio de Poesía KaraDura (2015), Premio de Décima Indio Naborí (2016), Premio Yasmina Calcines de décima erótica (2017), entre otros. Textos suyos han sido publicados en revistas y antologías de Cuba, España, Chile, Perú, Estados Unidos, México, Finlandia, Venezuela, Argentina, Puerto Rico, India y Bélgica. Tiene en proceso de publicación el poemario infantil El circo de los asombros (Premio Edad de Oro 2018), la novela ¿Qué nombre tiene tu casa? (Premio Pinos Nuevos 2019) y su libro de poesía para adultos Criogenia (Premio David 2019).

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