Once Upon a Time in Hollywood: La meca de la cultura de masas en el siglo XX

Oscar Esteban Ramírez
El cine que se lee
Published in
2 min readOct 7, 2019

La última película de Quentin Tarantino es, confirmando una vez más la teoría del eterno retorno, una película sobre las películas. Presenta un retrato nostálgico del Hollywood de los años 60 y de las grandes estrellas que aparecían en la pantalla grande. Es, en últimas, un homenaje de Tarantino a sus recuerdos de la infancia.

Pero también sirve como una pintura de la gran meca del Cine en el siglo pasado. Hollywood, tierra de películas, derroche, luces incandescentes y eterna juventud, fue la consecución del posicionamiento del Cine como gran referente de la cultura de masas en el siglo XX. Ese momento en que la cultura dejó de ser un privilegio de las clases aristocráticas y símbolo del estatus económico y social para masificarse, reproducirse a escalas industriales y ser consumida por la gran mayoría de la sociedad.

Sin embargo, OUATIH también refleja lo paradójico que fue, en ese entonces, la captación y prácticamente monopolización de toda la producción cultural –en términos cinematográficos– por parte de un solo gran ente: Hollywood. La ilusión de “democratizar la cultura”, haciéndola equivalente a procesos políticos, se quedó ahí, en deseo.

Pues, aunque efectivamente los avances tecnológicos y el auge de los grandes medios masivos de comunicación permitieron que los contenidos fluyeran, circularan de acuerdo al ideal francés de la Modernidad en términos económicos, el “capital cultural” seguía siendo producido por una minoría. Y también, los frutos –el billete– del consumo masivo de industrias culturales, se repartieron entre las mismas pocas manos que tenían la posibilidad de invertir en la producción y difusión de las obras.

Efectivamente Quentin Tarantino logró revivir la época dorada de su Disneylandia, de los tiempos en los que Don H(ollywood) todavía era el gran terrateniente del universo cultural, y de cuando nadie se esperaba que en unos años llegaría otro Don, el señor N(etflix) a desterrarlo.

--

--