CÓMO AMÉRICA SE ESTÁ HACIENDO UN HUECO EN EL FÚTBOL

Javier Lluch
El Circo Ambulante
Published in
5 min readMar 11, 2016

El pasado fin de semana arrancó la vigésimoprimera edición de la MLS, la Major League Soccer, una liga con un formato distinto al que conocemos en Europa. Está constituida por 20 equipos de Estados Unidos (17) y Canadá (3), divididos en dos conferencias, este y oeste, de 10 equipos cada una. Tras la disputa de 34 partidos por equipo, los seis primeros clasificados de cada conferencia acceden a los playoffs, y entre esos 12 equipos compiten entre ellos en eliminatorias a doble partido hasta la final a partido único. La historia de la MLS es breve y el equipo que más campeonatos ostenta son Los Ángeles Galaxy con 5.

Los Ángeles Galaxy, además de ser el equipo más laureado de Norteamérica, también puede presumir de haber sido el primer equipo en fichar una estrella europea, con la compra en 2007 de David Beckham, que llegaba libre procedente del Real Madrid. Un auténtico bombazo que nadie esperaba y que marcó un antes y un después en la historia de la MLS. Este fichaje hizo sonar el nombre del soccer (para no confundirlo con el fútbol americano) por primera vez fuera de américa. Aquel día comenzó la imparable expansión de esta liga. Actualmente ocupa el puesto 55 en el ranking oficial de ligas que elabora la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), un puesto que para nada se corresponde con la realidad, teniendo en cuenta que la Premier ocupa el séptimo puesto y para muchos es considerada la mejor liga del mundo.

En España la MLS es más conocida por ser la liga en la que se retiran las estrellas del fútbol europeo que por otra cosa. Ya es algo, al menos la conocemos. Pero todo es parte del plan de sus organizadores: utilizar a estas leyendas del fútbol como cebo, una excusa para tragarse un partido de una liga que, a priori, a nadie le interesa. Suena bien, ¿a quién no le apetece volver a ver jugar, por ejemplo, al máximo goleador de la historia de la Selección española? Empiezas a ver el partido y alucinas. Chicago Fire 3 — New York City 4. No marca Villa, hay vida más allá de él. A la misma hora se juega el Orlando SC-Real Salt Lake, tu hermano prefiere ver ese partido, por ver a Kaká. Kaká no está, lástima, pero tu hermano aguanta, le gusta probar cosas nuevas. 0–2, minuto 93, está hecho. Apaga la televisión justo cuando el balón está entrando, tiene que encenderla de nuevo, 1–2. Mientras se enciende, gol, 2–2. Alucina tu hermano, lo ves tú, alucinas tú también. Y te preguntas ¿Esto es el soccer? Pues sí, esta es la MLS.

Un partido cualquiera en la MLS

La MLS es una liga que parece hecha a medida para el espectador. Reúne todos los ingredientes para que el aficionado disfrute. El denominador común son defensas flojas y atacantes desequilibrantes, esto convierte los partidos en auténticas lluvias de ocasiones, donde a menudo se ven las caras porteros y delanteros. Las espaldas de los zagueros son un regalo, cualquier balón en largo siembra el miedo; la dificultad que tienen para sacar el balón jugado es patente, es raro no ver en los highlights al menos un gol que nazca de este tipo de errores. También es notoria la falta de comunicación o de entendimiento entre porteros y defensas. Todas estas carencias acaban favoreciendo al espectáculo y permiten disfrutar de la salsa del fútbol que son los goles. La primera jornada acabó con una media de 3.6 goles por partido, para hacerse una idea.

La descompensación entre el nivel de las defensas y de los ataques de los equipos es incuestionable, de las grandes ligas proceden sobre todo jugadores ofensivos. Parece que solo importa marcar y no encajar goles, y sí, probablemente la MLS esté quedando en evidencia, pero el fútbol funciona así: los que ganan trofeos individuales son los que marcan, los futbolistas más reclamados, son los delanteros y lo que quiere el aficionado son goles. El plan funciona.

El espectáculo del césped se transmite a la grada y viceversa. Estadios de capacidad media para 24.000 personas a reventar, con ambientes sorprendentes, mejores que en muchos campos de Europa, y aficiones muy peculiares, como por ejemplo la de Portland Timbers, donde hay un hombre que se dedica a cortar un tronco con un motosierra y que utiliza el sonido de ésta para animar al equipo. Además a la última en tecnología, porterías con cámaras en la parte interior de cada poste para evitar los goles fantasma.

“Timber Joey” y su motosierra en acción

De esta liga conocemos poco, los futbolistas de Europa que emigran allí y poco más. Hay otros jugadores que merece la pena ver jugar, sin ir más lejos, el hermano de un viejo conocido de nuestra liga, como es Federico Higuaín (Columbus Crew), quien hace una dupla fantástica con otro gran futbolista, el delantero de Sierra Leona Kei Kamara. Otros nombres propios son los de Nagbe (Portland Timbers), Fabian Castillo (FC Dallas), Ignacio Piatti (Montreal Impact) o Fagúndez (New England Revolution), entre otros muchos.

Entre las cosas que la organización de la MLS está haciendo bien hay otra a destacar, y es su actividad en las plataformas digitales y redes sociales. Algo que ya hace muy bien la NBA. La mejor liga de baloncesto del mundo es buen espejo para mirarse. Son detalles que suman y que acercan a la gente. Tienen perfil en todas las redes sociales, incluso en Snapchat, algo que no tiene ni la Liga BBVA ni la Premier League. Su canal de Youtube tiene casi los mismos suscriptores que el canal de la Serie A italiana. El pasado año también renovaron el logo de la liga por uno mucho más moderno y europeo, con forma de escudo. Todo esto habla muy bien del crecimiento que está experimentando.

Evolución del logo de la MLS desde su fundación

Por todas estas cosas, la MLS engancha y sin duda está llamando a la puerta de las mejores ligas del mundo. Por el momento, está lejos, fuera de Europa es difícil entrar en ese círculo. Una competición como la UEFA Champions League da mucho caché, pero la MLS va por buen camino. El único lunar es el nivel: es una liga emocionante y muy bien organizada, pero fuera de Norteamérica, ningún equipo puede competir contra grandes de otras ligas. Su rival directo es la liga mexicana, sus respectivos equipos se enfrentan en la liga de campeones de la CONCACAF junto con otros equipos de Centroamérica por un puesto en el mundial de clubes, un torneo que podría darle mucho valor.

La última muestra de que la MLS viene pisando fuerte es que ya tiene un hueco en la televisión española. Eurosport ha comprado este año por primera vez en la historia los derechos de la liga. Aunque pueda parecer un dato menor tiene una importancia gigantesca, en España solo se retransmiten las mejores ligas. La MLS entra en este selecto club donde se encuentran la Liga BBVA, la Premier League, la Bundesliga, la Serie A, la Erevidisie, Ligue 1, Primeira Liga, Campeonato Paulista y la liga argentina.

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