10 AFORISMOS SUPERFICIALES SOBRE LA ABSTINENCIA DE BEBER.

Leonel Mendoza
El Circulo
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2 min readNov 10, 2020
En 2018 era un atascado.
  1. Como una casa acechada por espíritus; por la bendición de la sobriedad la depresión se purga. Sobrevives, sí. Lo que te mata ahora es el aburrimiento.
  2. Tu rostro parece menos hinchado, como tus entrañas. Todo es más suave, sin agallas, tan falso como el endulzante de la naranjada mineral que comienzas a aborrecer.
  3. No sabes pedir bebidas sin alcohol. Crees que la siguiente oportunidad dejarás de arrepentirte por no adivinar tu —inexistente — bebida favorita, pero parecen más y más ridículas cada vez.
  4. Es caro pagar tu cuenta. La naranjada mineral —si no tiene vodka, claro — está sobrevalorada. No sé si me explico.
  5. Te arrancaste la mano con la que escribías; la miseria, el autoengaño, la desesperación y la derrota ya fracasaron en ti. Tu discurso ha cambiado y no tienes nada que decir. No has escrito nada sólido. O más bien, has perdido la credibilidad en tus palabras. Afortunadamente la palabra optimismo te sigue pareciendo larguísima para usarla en alguna frase sin que de flojera.
  6. Paleaste con arena el incendio dentro de ti. Las personas lo notarán, los que te aman no dejarán de ofrecerte un trago para volver a verte escupir fuego, les gusta escucharte ebrio y por eso también los amas.
  7. Clasificas la naranjada mineral por tipo de endulzante, frescura de la fruta, cantidad de jugo versus agua, temporada, por aburrimiento, pues.
  8. Te falta el refugio de los bataneros. Abandonar el viejo arte del bebedor solitario pesa. Tu no extrañas el alcohol, extrañas los soliloquios, las lecturas, el folclore, las sillas de plástico vacías, los acuerdos implícitos de los solitarios conocidos. Has pensado en ir a sentarse y pedir una bebida sin piquete, pero que falta de respeto para los que se juegan la vida.
  9. Añoras la resaca. Son los escalofríos y ver flotar ese aura negra desprendiéndose de las cosas lo que te hace rogar por sanidad. La resaca sensibiliza.
  10. La sobriedad sólo es un estado de ánimo. Y te alegra y te impacienta. Yo no aconsejaría a nadie que deje de beber, conozco esa dicha que sangra desde dentro y que te desmaya a la mitad del baño o de madrugada en el callejón. Mejor diré, si te es fácil abstenerte de lo que amas eso no te abandonará jamás.

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Leonel Mendoza
El Circulo

Muy viejo para ser hikikomori, muy joven para ser ermitaño.