Bar de copas

Sergio
El Circulo
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2 min readDec 7, 2023
Una conversación entre copas

Existe un bar de copas que no existe en la vida real, tan sólo está dentro de mi imaginación y que a veces cobra vida en mis sueños. Es un bar cuyo local es pequeño y estrecho como si fuese un pasillo; sólo hay espacio para una barra con taburetes altos y que está ubicada a la izquierda si miras desde el interior hacia la puerta de entrada. Tal vez sería más sencillo decir que la barra queda a la derecha conforme pasas al interior del bar, pero la perspectiva que yo siempre veo cuando aparece en mis sueños, es desde el fondo de la estancia.

La decoración es sencilla pero agradable, muestra un estilo y un mobiliario moderno que a su vez resulta tan acogedor como una cabaña con su chimenea alumbrando el interior. A lo largo de la barra, cuelgan del techo lámparas que proyectan una luz tenue en todo el local. La luz ambiental se complementa con algunos discretos neones de colores y de luz estática instalados sobre la pared de la puerta de entrada. La música, de estilo Chilled Jazz, suena a un volumen que permite conversar sin levantar la voz. Resulta sensual.

No hay clientes, sólo el camarero y yo, al que no logro ponerle rostro ni con quien mantengo ninguna clase de conversación. Como si cada uno estuviese centrado en sus asuntos.

De manera lenta e inesperada, se abre la voluminosa puerta opaca de entrada. Y tras un discreto vistazo de curiosidad, veo entrar a una mujer.

No puede ser… ¿Será verdad?

La mujer que nunca había visto, la mujer que nunca conocí, la mujer que no existe, la mujer de mis sueños… La oportunidad de mi vida.

Yo mismo

Ella ocupa un sitio en la barra, se ubica a un par de taburetes libres de distancia conmigo. Lo que transmite una actitud social, pero respetando y manteniendo su espacio personal. Tampoco a ella logro imaginarle un rostro definido, pero sé que es hermosa. Sólo soy capaz de apreciar una cuidada silueta vestida elegantemente con un vestido acorde a una cita con fines seductores.

A partir de ese momento, hago justo lo que nunca antes en toda mi vida habría sido capaz de hacer:

Hablarle.

La conversación fluye de manera natural como si nos conociésemos de otra vida, pero desde el respeto. Mostrando constantemente una leve sonrisa que nos delata pretendiendo lo mismo en el silencio muerto entre las palabras.

A partir de una larga y tendida agradable conversación, todo el escenario comienza a desaparecer lentamente. No se ve qué sucede ni cómo terminará. Tan sólo sé que cualquier día se volverá a repetir exactamente igual, elegido al antojo de mi subconsciente.

Una tortura condenadamente bella.

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Sergio
El Circulo

Me llamo Sergio y soy de España. Piscis describiendo el color del Tiempo. Guitarrista de Blues y Rock entre otras aficiones. Disfruto cuidando a mis gatos.