Cómelo
No te alejes del mundo. Divisa entre las paredes, tu laberinto y transítalo. Ahí esta una copa de vino. Cocínate algo. Viniste vos y te iras también. No lo pierdas de vista. Están ahí, cerca de los infiernos, las estupideces, las virtudes, las miradas. Cocínate algo. Ingresa a tu mundo otra vez, pero en esta oportunidad hacedlo consciente. No estas solo. Esas son tus manos haciéndote. Siempre haciéndote. Te llevaron lejos, al camino y te trajeron. Tus manos. Cocínate algo. El mundo no esta lejos y es una idea demasiado grande. No estas solo. Búscalo, ahí esta cerca o lejos. No importa donde te lleve ese mecer. Estas ahí, no, un poco mas allá, acá y vas. Donde la sonrisa te lleve. Un ruido de copas. Bébelo y cocínate algo. El espejo solo es un revés, empáñalo con el aliento de la mañana. Salí, volvé y entrá. Volvé a salir. Mécete, mécete por la vida. Por el dolor y lo que hay mas allá. Divisa las paredes de tu laberinto y transítalo. Eso que buscas, trata de no encontrarlo y si lo encuentras, rómpelo y seguí buscando. Móvete, cocínate algo. Que no estás solo, lo único que no podes olvidar es eso. Ahora cómelo. Ya.