El ¿último? acto de los Beatles
Hoy, entre la pálida y las mentiras, los portales de noticias acompañaron mi desayuno con algo dulce, la novedad de que los Beatles, la mejor banda de la historia, estrenaron una nueva (¿y última?) canción. Sí, como leíste, LA MEJOR BANDA DE LA HISTORIA, ¿acaso existe alguna más grande?
Los Beatles formatearon la historia. Existe un mundo antes de y por los Beatles. Estos cuatro adolescentes alteraron el mundo existente, cambiaron las modas, el arte, la política, cambiaron la historia y la música, los Beatles hicieron cultura. ¿Los Stones? ellos seguían los pasos de sus ídolos, su mayor rareza Their Satanic Majesties Request, es una pobre aspiración a Sgt. Pepper´s. ¡Y ojo! Adoro a los Stones, pero ordenemos las cosas con criterio.
A 53 años de su separación, cada acto de los Beatles sigue siendo un titular indiscutido, jamás dejaron de ser tendencia. Ni la era digital, ni en pleno auge de las IA los Beatles dejan de ser noticia. Basta que Macca respire hondo para que sea una asombrosa tendencia.
Su nuevo trabajo, Now and then, es celestial, a la altura de lo que fue su último encuentro (en aquel momento aún con Harrison) cuando editaron Free as a bird y Real love a mediados de los noventa.
Escuché el tema ni bien leí la noticia, no una sino cuatro veces. Me hice un hueco mental, detuve mi trabajo y los pensamientos sobre política que hace meses fatigan mi cabeza, y al mismo tiempo sentía como el mundo se frenaba abriéndome aquel espacio que necesitaba. Allí estaba yo, sentado frente a la computadora contemplando una vez más la belleza en la voz de Lennon arrojándome algo inédito hasta ese momento. Poiesis. La balada me transportó a las nostalgias más insondables de mi alma, durante 4 minutos en loop sobrevolé mis mejores recuerdos; los mejores momentos de mi vida en soledad, mis mejores momentos en pareja, con mi familia. El arte de los Beatles simplemente me transportó.
Y es que sí, en muchas ocasiones los Beatles salvaron mi vida. Ellos jamás hicieron música sino arte para contemplar con el cuerpo, pero también con el alma.
Para aquellos ávidos de algo distinto y hermoso, dejo debajo un texto que cambió mi forma de sentir y contemplar la música mientras cursaba los primeros años de la facultad: Ocho brazos para abrazarte.
