El décimo dolor
Published in
1 min readSep 1, 2020
Tierra que no teme al diablo,
quien guarda ciega mi llanto
y concede amable su manto.
Encerrado en el establo,
me dirijo a usté’ cantando.
Cese ya sus reprimendas.
Deje sacarme las vendas.
Libéreme de mis pasos.
Que pa’ usté’ son mis porrazos
y también todas mis prendas.