El maldito positivismo
Negar la negatividad es prolongar los problemas en vez de resolverlos.
Mucha gente dice que debemos mantenernos siempre positivos y evitar sentir emociones negativas. Lo predican cada día como si todo fuese un éxito total.
Yo era uno de esos profetas que a pesar de que las cosas salieran mal siempre buscaba medir mi vida en función de la habilidad de ser positivo. Luego me di cuenta de que, simplemente, no hay forma de serlo siempre.
Si alguien agrede a un ser querido, no podrás mantenerte positivo o decirte «genial me ayuda a controlar mi enojo», quieres poner un golpe en su cara. Si tu pareja te engaña, no dices «genial ahora sé que valgo más », quieres mandar todo al carajo. Si tu madre muere, no vas a sentirte alegre, quieres sentarte a llorar y desfogar toda la impotencia que tienes al saber que ella ya no está.
No me malinterpretes, ya que ser positivo desde luego ayuda. Lo que te quiero decir es que hay momentos en la vida que simplemente no podemos mantenernos positivos. Tendremos que entender y aceptar la emoción que se presenta.
Negar emociones negativas puede desembocar en emociones negativas más fuertes y prolongadas.
Por tanto, ser consciente de estas emociones es aceptar que a veces la gente nos cae mal, que los accidentes pasan, que tu pareja no te ama, etc. Reconocer estos sentimientos es saludable y permite mejorar nuestra salud emocional.
Recomendaciones respecto al manejo de emociones negativas:
1. Expresarlas de una manera socialmente aceptable y de forma sana.
2. Manifestarlas de modo que se alinee con nuestros valores.
Por ejemplo, si mi valor es la no violencia y si alguien me hace enojar la ira aparecerá. Al ser consciente de este sentimiento podré saber cómo reaccionar, evitando que ponga mi puño en su cara.
El problema aquí no es la ira, la ira es una emoción y está bien sentirla. Lo errado sería andar golpeando a la gente cada vez que nos enojamos.
Dar a conocer nuestras emociones es importante pero la forma cómo las transmitimos determinará si tenemos un impacto positivo o negativo.
Para terminar, negar la negatividad es prolongar los problemas en vez de resolverlos. No olvidemos que estos son parte importante de nuestro desarrollo, ya que al resolverlos agregan una sensación de significado e importancia a nuestra vida.
