En Delos, Circe es la verdadera hechicera

En Delos, Circe es la diosa hechicera

La mortalidad es parte de la naturaleza humana, lo que no da esa sensación de transformación, que nada es eterno y que existe la oportunidad de ser parte de un cambio. Este mes leí dos novelas que son opuestas una a la otra, pero que en significado me han cimbrado. Circe, de Madeline Miller y En Delos no puedes morir, de Javier Ruescas, abordan la temática de la muerte y el hallazgo y cómo estos se ligan a la trama de cada uno de sus protagonistas.

Existe el tema de la muerte en ambos trabajos. Los protagonistas contienden una lucha interior sobre el significado de sus vidas. Circe, al ser una diosa minimizada por no encajar con los estándares establecidos de lo que significa ser una deidad, se encuentra a sí misma cuando va descubriendo su fuerza interna, su aptitud de recitar hechizos y reconoce que la verdadera muerte es la eternidad que gozan los dioses: el miedo invade su existencia divina donde el cambio está prohibido. El caso de Oliver (de la novela de Ruescas) se da el enfrentamiento de ideologías cuando se percata del significado de morir o dejar de existir. El conocimiento omitido por su grupo sobre la verdad acerca del ciclo vital de todo ser vivo ocasiona los primeros enfrentamientos con una mentira que lo encarceló durante diecinueve años. Esta revelación lo obliga a dar los primeros pasos de descubrir más de ese mundo que permaneció oculto por intereses de los altos mandos de su lugar de origen.

Tanto Miller como Ruescas les dan a sus personajes una voz donde se revolucionan a si mismos a pesar del entorno. En la novela de En Delos, Oliver pasa por varios momentos de transición a lo largo de su estadía en Madrid. Desde la lectura, ir a la universidad hasta comprender sobre el significado de la persona que realmente ama, él fuerza un cambio cuando su libertad se ve amenazada. Con Circe, la diosa acompaña su historia con la costumbre a su soledad. Al ser la dueña de su propia vida, reconocer su poder y en dónde quiere pertenecer, ella abraza su fuerza desde el orgullo y de cómo su diferencia la ha marcado, la ha tumbado, pero también la ha fortalecido para que ella misma renuncie a las plegarias de los mortales para ser más como ellos.

Oliver y Circe luchan por un lugar en sus mundos. Anhelan el conocimiento, buscan la libertad y, quizás lo que más los caracteriza, son guerreros por defender sus ideales. La independencia solo se alcanza cuando se hace frente a la verdad.