Encuentro del ser en la dualidad: Reflexión sobre “La insoportable levedad del ser”

Fernando Barrera
El Circulo
Published in
3 min readFeb 1, 2021
Photo taken by Miriam Vargas

La vida es como una brújula. Los cuatro puntos cardinales dictan el camino de la gente y el cruce entre estos entrelazan la ligereza del pensamiento con la pesadez de las acciones. La historia de cuatro personajes se enriquece con la profundidad de motivaciones al buscar un sentido a su propósito de existir a través de la idea del amor y la individualidad. Milán Kundera hace una reflexión en su narrativa en esta novela y propone una tesis que se maneja en toda la historia: cada persona es un espejo de su propia esencia y es en el reflejo de sus almas que se comprende los dos momentos en la vida de cada uno. La dualidad está presente y la búsqueda de sentido guía el destino.

El tema principal es la ambigüedad de las fuerzas que no encuentran puntos de convergencia y cómo cada personaje carece del significado de los sucesos al entrar en contacto con el otro. En los siete capítulos de la novela, el autor pretende ensayar cómo cuatro personas hallan propósito a su realidad: una opresión por el régimen comunista y en la cárcel de sus mentes. Se expone en un primer momento en las vidas de Tomás y Teresa. Tomás, como médico en una Bohemia comunista, busca consuelo en la amistad erótica con otras mujeres y ve en Teresa, una camarera que huye de su vida pasada, la garantía de vaciar el sentimiento de descubrir la compasión de que uno es desdichado por no buscar sentido a la vida. La desilusión de no pertenecer al otro genera una huella de dolor.

En un segundo momento, el tema se exhibe con Franz y Sabina. El primero, un profesor frustrado de su cotidianidad, persigue un camino sin rumbo que lo fuerza a depositar sus ideales con otra persona. La segunda, la artista libre y sin ataduras que actúa como amante de Tomás y Franz, intenta sincronizarse con el otro sin perder su vivacidad.

La trama entreteje conceptos sobre la idea de la duplicidad por medio de otros temas. El concepto del amor es uno de ellos. Cuando Kundera asegura que “el amor es el deseo de encontrar a la mitad perdida de nosotros mismos”, lo dice por medio de la indagación de motivos. Tomás ve en Teresa amor incondicional porque es a la única a quien puede amar sin recelo. Teresa comprende las infidelidades de su marido cuando ejerce el control de hacer paz con ambos universos. Franz idealiza el alivianado estilo de vida de Sabina porque ve en ella libertad. Sabina no llega a ningún puerto por temor de quedarse atrapada en algo que carezca de sustancia. Otro concepto persistente en la novela es la presencia de la ocupación rusa en la región de Bohemia y es por la marcha a Camboya, un territorio ocupado por el régimen comunista, que se propone que todo lo que contradice la esencia de algo que va más allá del ser humano es una mierda. Los personajes niegan el acuerdo categórico del ser. Esto significa que es que el mundo funciona correctamente y que el ser es bueno.

La novela misma es un reflejo del tema. Es una historia ligera con una pesadez en su tratamiento. La psicología, la reflexión, los momentos de duda y la disputa entre la costumbre y la revolución amalgaman el desdoblamiento y la contradicción persistente en todos ellos. Para existir y buscar el compás que lleve al puerto final se necesita apreciar la felicidad en la lucha de los opuestos. Al final, la insoportable levedad del ser es no conseguir la alegría de convergencia con la dualidad.

--

--

Fernando Barrera
El Circulo

Graduado de economía. Especializado en creación literaria. Amante de la fantasía y ciencia ficción. Todo un litaku: literato y otaku al 100.